sábado 20 de abril de 2024

Noticias | 21 oct 2019

Sociedad

Madres y padres influencers: “Nunca le digas a tu hijo que es lo más importante de tu vida”

Lo afirman especialistas en pedagogía que ofrecen recursos para empoderar a padres y formadores con el objetivo de que se conviertan en la mejor influencia para sus hijas e hijos.


Si tiene vínculo con adolescentes, probablemente le suenen los nombres de los influencers con más seguidores, como PewDiePie, SoyGerman, elrubiusOMG, Dulceida. Incluso, puede ser que se haya llegado a plantear por qué los jóvenes de hoy se sienten tan atraídos por estas estrellas del YouTube e Instagram. Eva Bach y Montse Jiménez abordan esta cuestión en Madres y Padres influencers (Grijalbo / Rosa dels Vents), un libro que trata de empoderar a padres y formadores para que se conviertan en la mejor influencia para sus adolescentes.

Las autoras invitan a superar posibles prejuicios y temores sobre la adolescencia y la juventud en aras de conseguir una comunicación más asertiva, emotiva y eficaz. Asimismo, Bach y Jiménez ofrecen herramientas para entender y tratar de manera respetuosa a los jóvenes. Su amplia experiencia sobre la materia las avala. Eva Bach es pedagoga, maestra, formadora y escribió más de una decena de libros -Educar para amar la vida (2017) y La belleza de sentir (2015), entre otros-, mientras que Montse Jiménez es profesora de secundaria y reconocida formadora en procesos de transformación, tecnología educativa y metodología de aprendizaje.

 

Juntas crearon el proyecto Comunicación Educativa con el Corazón en la Adolescencia y elaboraron diversas propuestas psicopedagógicas basadas en trabajo de campo, como una encuesta realizada a 1.500 jóvenes, cuyos resultados presentan en el libro.

- ¿Por qué tomar como referencia a los ‘influencers’ de internet para hablar sobre educar a adolescentes?

- Eva: Porque los jóvenes siguen su ejemplo y buscan diferentes cosas en ellos. El 74,8% de los adolescentes siguen a algún influencer, pero admiran mayoritariamente a una figura cercana.

- Montse: A menudo escuchamos a padres y madres quejarse de que sus hijos se pasan todos los días enganchados a las pantallas y sólo le prestan atención a estos nuevos ídolos tan raros. No tiremos la toalla; los queremos empoderar para que influyan en sus hijos más que un influencer, pero necesitamos una serie de requisitos para tener este poder de buena influencia. El primero de ellos: trabajar con nosotros mismos.

- ¿Qué les atrae a los jóvenes de las estrellas del YouTube e Instagram?

- E: Un rasgo de personalidad común en los influencers: la naturalidad que desprenden, la manera de comunicarse, la alegría que muestran y que contagian. Otra cosa muy importante es su posicionamiento sobre temas que preocupan a los jóvenes, como la orientación sexual, el mundo profesional y el feminismo.

 

 

- ¿Alguna anécdota memorable de su incursión en el mundo de los ‘influencers’?

- E: Sí, en un video un famoso influencer habla sobre servicios extraños que se pueden contratar por internet y asegura que, incluso, es posible alquilar a una madre por horas.

- M: Esto es trágicómico. Después de la risa que en un primer momento nos provocó este comentario, nos hizo pensar que hay muchos niños y jóvenes que necesitan una figura de guía y referente y que, desgraciadamente, no la tienen.

- E: Y no nos referimos a familias donde haya ausencia del padre o de la madre, sino que a pesar de que estén presentes y de que en las necesidades esenciales los cuiden muy bien, a los adolescentes les continúe faltando una madre y un padre que los acompañen en sus necesidades emocionales, que estén conectados al mundo en el que ellos viven para que puedan ayudarlos a dirigirse hacia la luz y neutralizar las sombras de esta etapa de la vida.

- M: También los educadores y educadoras deben estar conectados emocionalmente con sus alumnos adolescentes. Por tradición, venimos de un contexto en el que los maestros hemos transmitido sólo conocimiento, pero los jóvenes llegan con muchas dificultades y vacíos emocionales a los que tenemos que intentar entre todos darles respuesta.

- Pero a veces resulta complicado conectar con ellos.

- E: Porque nos centramos en la conducta y no somos capaces de ver la necesidad, sentimientos y deseos que la mueven. Muchas veces los adolescentes tienen conductas extrañas o incorrectas, pero que obedecen a necesidades; conectar emocionalmente con ellos no quiere decir que seamos como adolescentes ni que tengamos que estar de acuerdo en todo, sino ayudarlos a entenderse a sí mismos en lugar de censurarlos, juzgarlos y descalificarlos.

- M: En este sentido, pienso que, cuando nos acercamos a nuestros adolescentes, es muy importante deshacernos de nuestra mochila vital para aprender a escuchar, porque si no, es muy fácil entrar directamente en la confrontación.

El posicionamiento sobre temas que les preocupan a los jóvenes es una de las razones del atractivo de los influencers.

El posicionamiento sobre temas que les preocupan a los jóvenes es una de las razones del atractivo de los influencers.

- ¿Algún consejo más?

- E: Miralos como personas y planteate qué grandes temas de la vida que nos preocupan a todos están latiendo detrás de su comportamiento. Sus miedos, inquietudes, anhelos, deseos y sentimientos no son tan diferentes de los nuestros. Seguro que vas a encontrar un punto de unión, y aquí es donde radican las claves para poder empatizar y para transmitir credibilidad.

- ¿Qué podemos aprender de los ‘influencers’?

- E: Muchos de ellos se dirigen a su público con un lenguaje cariñoso, cercano y agradable. Una de las influencers más seguidas comienza sus intervenciones siempre con un “hola, preciosos”. ¿Cuántas veces nosotros entramos en casa diciéndoles ‘hola preciosos’ a nuestros hijos? ¿Cuántas veces les decimos que estamos contentos de nuestros hijos, del trabajo, de la familia y de la vida que tenemos a pesar de las penas?

- Por lo tanto, el lenguaje que mejor nos permite influir en los hijos o alumnos es…

- M: Positivo, motivador, empático, asertivo, alentador…

- E: Bello, bonito, que les haga ver lo que ganamos todos si nos relacionamos de manera más respetuosa.

- M: Un lenguaje que corrija más el hacer que el ser: nos molestan determinadas conductas o acciones, pero no cómo son ellos.

- E: Salvaguardemos siempre la persona, corrijamos la conducta inadecuada, sin que de esto se derive que no valen para nada, que no los queremos o que no confiamos en ellos.

 

 

- Un resultado sorprendente de la encuesta que realizaron a 1.500 jóvenes.

-E: El 80% admira a alguien del entorno familiar, la mayoría al padre y a la madre.

- Por lo tanto, la familia también influye mucho.

- E: Es que aunque no quisiéramos, influiríamos. Como escribió Umberto Eco, “somos lo que nuestros padres nos enseñaron cuando intentaban no enseñarnos nada”. ¡Imaginate si educamos de manera consciente! No tenemos que ser perfectos, sino tener la honestidad de reconocer que a veces no somos el mejor modelo en ciertas cosas. Tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos para seguir mejorando y no contagiar nuestro malestar transmitiéndoles que la vida no vale la pena.

- ¿Hay demasiados prejuicios sobre la adolescencia?

- M: Durante mucho tiempo demonizamos la adolescencia como no nos atrevemos a demonizar otros géneros o clases sociales, como sostiene Sarah-Jayne Blakemore. Esto es cierto, etiquetamos a los adolescentes. Hay que desmitificar ciertas creencias. Por ejemplo, hay evidencia científica de que la transgresión y las ganas de probar y experimentar propias de la adolescencia son cosas que tienen que ocurrir biológicamente.

- E: Como dice Daniel J.Siegel, la adolescencia no es terrible, sino maravillosa. Pero si pensamos que será terrible, lo será; por lo tanto, la mirada que tenemos sobre esta etapa de la vida es clave: de ella dependerá que la educación y la relación con nuestros hijos sea exitosa, provechosa y enriquecedora o que sea un conflicto constante.

 

 

- Por lo tanto, ¿los adolescentes transgreden y prueban porque tiene que experimentar para evolucionar?

- M: Precisamente. Esto es lo que hace cuestionar muchos de los patrones y rigideces que tenemos los adultos porque, seguramente, no nos confrontan personalmente, sino un patrón que tenemos preconcebido o la mochila del pasado que arrastramos muchas veces de miedos y frustraciones.

- E: Los adolescentes tienen la necesidad de transgredir y de probar sus límites, si bien el adulto tiene un papel adulto muy importante: tenemos que ofrecerles contextos para comunicarse y expresarse.

- ¿Cómo podemos darles estos contextos?

- E: Desde pequeños tenemos que proporcionar a nuestros hijos toda una cantidad de experiencias variadas y ricas que obedezcan a diferentes tipos de tiempos –para uno mismo, para compartir, para observar la naturaleza, para decirnos cosas lindas, para silencios…- que necesitamos las personas para poder construir una interioridad sólida.

- Y, ¿además?

- E: Los adolescentes tienen que ser conscientes de que nosotros sabemos que en algún momento transgredirán; y aunque no hay que animarlos a hacerlo, les tiene que quedar muy claro que si un día transgreden, tienen que hacerlo inteligentemente, es decir, sin consecuencias irreparables ni irreversibles. Y aquí es donde tenemos que aprovechar para buscar estrategias para poder transmitirles mensajes de lo que es protegerse y cómo protegerse.

- ¿Por qué es tan importante que los padres cuiden su propia felicidad?

- M: Tienen que tener su propio proyecto vital para evitar que proyecten en sus hijos lo que no pudieron hacer, sus sueños y miedos. También es importante transmitirles la pequeña felicidad, incluso cuando las cosas no nos van tan bien o no conseguimos lo que querríamos. En un mundo tan cambiante, es necesaria la capacidad de no dejar de aprender y adaptarse.

- E: Evitemos, como dice Eva Millet, poner a los hijos en un altar y dedicarnos a adorarlos. Muchos padres cuando tienen hijos pasan a ser actores secundarios en su vida. Puede ser muy romántico que alguien te diga que es lo más importante de su vida, pero esto en el fondo a nadie nos gusta porque sabemos que lleva a un amor dependiente, con elementos tóxicos, donde yo querré que el otro haga exactamente lo que yo necesito para estar bien.

- M: No es recomendable decirle a un hijo que es lo más importante de tu vida. Esto tiene efectos colaterales porque se acaba traduciendo o en una sobreprotección o en una sobrevaloración que puede llevarles a pensar que sirven para todo, lo que les genera miedos, inseguridad y frustración, y les dificulta levantarse al primer batacazo.

- E: La sobrevaloración y la sobreprotección de los hijos alienta que se sientan incapaces o sean narcisistas, que tengan un ego como una casa, que piensen que todo el mundo les tiene que hacer la reverencia y servirlos. Tenemos que encontrar el punto medio.

- Otra clave para ser una madre o padre ‘influencer’.

- E: Aprender a gestionar nuestras emociones, ya que cuando estamos histéricos por sistema, amargados, estresados o ponemos cara de asqueados, dejamos de ser válidos para educar. Porque, ¿cómo tienen que hacernos caso si tienen que acabar como nosotros? Tenemos que ser el faro que emite una luz plácida y serena que los invita sin exigir: los adolescentes que despiertan a la vida necesitan llegar y encontrar un puerto de aguas calmas y no a alguien que los agite aún más.

- Otro tema complicado que tratan en el libro es el de la sexualidad.

- E: Hemos estado educados con mucho tabú y, por lo tanto, nos faltan muchas herramientas y una visión de la sexualidad más abierta y saludable (…) Si sabés qué significan las palabras poliamor, Tinder y pdf –plan de futuro para referirse a una relación sólida- y no te asustás, seguramente podrás ayudar a los adolescentes en esta cuestión. Si te estremecen, olvidate de que puedas ayudarlos. En la actualidad hay una eclosión de formas de relación amorosa y de sexualidad muy alejada de nuestros planteamientos. Por ejemplo, dicen que les gustan las personas, no un sexo concreto.

- M: Por eso los jóvenes de hoy pueden tener una relación heterosexual, pero en un momento dado también una homosexual, si bien aún hay quienes lo viven con incertidumbre e inquietud.

E: No tienen muchas veces las habilidades socioemocionales para llevar este tipo de relaciones a buen puerto y sufren, igual que ocurre en una relación tradicional, y aquí es donde tenemos que incidir. Por eso decimos que lo importante de cualquier forma de relación es que no vayas a buscar lo que no te puede dar y que encuentres lo que buscas, y que esto te haga bien y haga bien a quien comparta ese vínculo.

 

 

- Y, por último, una cuestión que inquieta a la mayoría de padres: ¿cómo gestionar el tiempo que pasan nuestros hijos con la tecnología?

- M:Hay diferentes aspectos. Evidentemente, no imaginamos un mundo en el que estemos siempre hiperconectados con las pantallas porque nos estaríamos perdiendo una parte de la vida que es imprescindible para el crecimiento y el desarrollo -tiempo de hacer actividad física, conversar, estar con los demás, mirarnos o descansar-.

- E: Una estrategia para hacer un uso razonable y saludable de las nuevas tecnologías es consensuar con ellos una serie de normas para limitar el tiempo que les dedican y que se comprometan a cumplirlas.

- M: Intentar educar en el saber elegir y el espíritu crítico, es decir, plantearse si uno está enganchado a un videojuego porque le gusta o porque el producto está programado para que te enganche. Por ejemplo, cuando terminamos de ver un video en YouTube, nos sugieren otro, al igual que ocurre en otras plataformas. Por eso es importante enseñar herramientas para trabajar el autoconocimiento y autocontrol.

- E: La mejor adolescencia comienza a prepararse en la infancia, durante la cual debemos ofrecer a los niños tiempos, momentos, espacios y actividades de ocio alternativas a las pantallas, es decir, tienen que poder experimentar la belleza de la vida fuera off line, y plantearnos si nosotros también la apreciamos, la sabemos ver y conectamos con ella.

Fuente: La Vanguardia

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