24 ago 2020
Con la incorporación del nuevo resonador de alto campo, Clínica San Jorge marca un antes y un después en lo que a atención en salud se refiere. El nuevo equipo permitirá que pacientes de distintas patologías complejas puedan realizar sus estudios, tratamientos y controles aquí en Tierra del Fuego, sin salir de la isla. Hoy entrevistamos a Verónica Baró, médica especialista en Oncología de Clínica San Jorge, quien nos contó cuáles son las ventajas que el nuevo resonador aportará a su especialidad.
¿Qué representa la incorporación del nuevo resonador para su especialidad?
La incorporación del nuevo resonador de alto campo representa un gran beneficio para los tratamientos oncológicos, ya que los pacientes no deberán ser derivados. Los estudios de alta resolución son fundamentales para el diagnóstico, el tratamiento y el control de la enfermedad oncológica. En muchos casos, estos pacientes tenían que viajar 3.000 kilómetros para realizarse los estudios necesarios; gracias al resonador de alto campo, ya no deberán hacerlo.
¿Es decir que esta nueva adquisición impacta directamente en los pacientes?
Sin duda, ya que el nuevo resonador trae un gran alivio a muchos de ellos. Nuestros pacientes se veían obligados a viajar, pero muchos no querían hacerlo, ya que eso implicaba dejar a su familia en Tierra del Fuego, sumado a gastos económicos y pérdida de tiempo. Viajar solo para hacer un estudio y volver resultaba desgastante. La incorporación de esta tecnología sin duda nos va a beneficiar mucho en cuanto a la disminución del estrés en los tratamientos.
¿Cómo fue la recepción del nuevo resonador en la Clínica, y cómo están trabajando hoy?
La verdad es que estábamos muy ansiosos esperándolo. Yo, como médica, y ellos como pacientes. Hoy estamos felices de poder contar en nuestra ciudad con tecnología de punta, que nos permite pedir un estudio y rápidamente tener el resultado. Mis pacientes, que ya están al tanto de la incorporación del resonador, están muy contentos porque no deberán viajar 3.000 kilómetros para realizarse un estudio y volver. Hoy, si necesitamos un estudio, ya no tenemos que esperar una derivación. En mi consultorio pude ver que los pacientes han recibido esta noticia con mucha alegría. Y para los médicos oncólogos significa un gran avance contar con esta tecnología, porque en nuestra especialidad dependemos de ella para el diagnóstico, el seguimiento, y muchas veces para la detección precoz de los distintos tipos de cáncer.
¿Cómo impactó la pandemia en el área oncológica? ¿Los pacientes pudieron continuar con sus tratamientos?
El contexto de la pandemia por Covid-19, en un primer momento y en muchos casos, tuvo un impacto negativo; por eso insistimos en la necesidad de no cortar los tratamientos ni los controles. Hay que seguir asistiendo al consultorio, hay que seguir visitando al médico, con los cuidados necesarios. Desde marzo, hay pacientes complejos que no han podido viajar a realizar sus controles oncológicos a Buenos Aires. La verdad es que haber recibido esta tecnología justo en este momento de pandemia, para mí ha sido providencial. El hecho de que los estudios de alta complejidad puedan realizarse aquí mismo, nos genera mucha tranquilidad tanto a los médicos como a los pacientes.