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¨Poncho¨ : El legendario perro antártico argentino

Este es el relato de una de las misiones antárticas de Poncho y sus compañeros entrenados para el rescate en el continente blanco (narrado por Emilio Urruty. ¨Poncho¨. La legendaria vida de un perro polar argentino).

5 dic 2023

¨Poncho¨, un ejemplar excepcional de perro polar que se destacó por su fuerza, inteligencia y lealtad, condiciones que lo convirtieron en un auténtico líder entre los perros adiestrados para arrastrar los trineos, único medio de transporte para los expedicionarios en esas primeras campañas antárticas.

Como parte de la ejercitación de un operativo de emergencia, tres perros polares son lanzados en paracaídas, en la Antártida, desde un helicóptero del rompehielos “San Martín”. Se trataba de Poncho, un legendario integrante de misiones antárticas, Pato y Bucky, que participarían de “un ejercicio de búsqueda y rescate, a unos 30 kilómetros al sur de la Base “General Belgrano”.

Además de los tres perros, se lanzaría un trineo desarmable, víveres y elementos de supervivencia. Y, desde otro helicóptero, unos minutos antes, saltarían dos oficiales”

En los momentos previos, se encontraba “envuelto en un incómodo arnés, que no era ni similar a los que solía utilizar para el trineo, Poncho se sentía ahora bastante inquieto. Gimió tímidamente. El suboficial que estaba a cargo de lanzar a los perros, que sentía un afecto especial por Poncho (habían vivido varias aventuras juntos), tenía la mano sobre su lomo. Lo miró y le sonrió. Tomándole la cabeza suavemente con ambas manos, le dijo en voz muy alta: “¡Hoy es tu gran día, Poncho!” (…) iba a saltar desde una aeronave a relativa altitud, con un paracaídas que había sido adaptado para su cuerpo”.

Aunque existían experiencias en otros lugares, sobre todo en medio de enfrentamientos bélicos, “Nunca en la historia de nuestra Antártida se había hecho algo así”.

“De repente, la puerta del aparato fue abierta y el aire helado entró con fuerza. El suboficial a cargo (…) cumplió con su parte: perros y equipaje salieron lanzados hacia el vacío.

Durante el descenso, instintivamente los animales movían sus patas con el clásico movimiento de nadar “estilo perrito”. Al fin, llegaron a tierra (en realidad, al hielo) y sacudiendo la cola de alegría se reunieron con los hombres. En minutos, se ensambló el trineo, que fue cargado con los víveres y los elementos de supervivencia. Luego se armó el tiro de perros, con Poncho a la cabeza, y partieron. Iban al rescate de una patrulla perdida, a la que rescataron con éxito. Todos se encontraban de regreso en la Base “Belgrano” esa misma noche”.

Cuando los perros fueron retirados de la Antártida, Poncho fue trasladado a Ushuaia, donde vivió al cuidado de uno de sus viejos compañeros de patrulla, que poseía un hotel, El Sr. Gustavo Giro al que no por casualidad le había puesto el nombre de “Antártida”.

 

Gustavo Adolfo Giró Tapper (Córdoba, Argentina; 22 de marzo de 1931-Ushuaia, 11 de enero de 2004) fue un explorador y militar argentino que participó en la fundación de las primeras bases antárticas de la Argentina.

 

Formación

 

Gustavo Giró Tapper cursó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad de natal. Llevado por su vocación ingreso al Colegio Militar de la Nación, de donde egresó como Subteniente de Infantería en diciembre de 1953. Posteriormente completó sus conocimientos y capacitación realizando cursos de paracaidismo, meteorología, gravimetría, esquí y supervivencia invernal.

Fue jefe de tres bases antárticas y acumuló 18.000 kilómetros de patrullas antárticas. Entre sus actividades se destacan las patrullas de exploración que realizó desde la Base San Martín en 1958/9 y la Expedición Terrestre Invernal que comandó en 1962 entre las bases Esperanza y San Martín. Su desempeño en estas operaciones le valieron en 1965 su designación como segundo Jefe de la Operación 90, la Primera Expedición Terrestre Argentina al Polo Sur.

El 30 de noviembre de 1971 se retiró con el grado de Mayor y se instaló en Ushuaia, en donde se transformó en uno de los mayores impulsores del turismo Antártico y fueguino. Allí formó una empresa comercial que llevaba contingentes turísticos internacionales a la Antártida, a los cuales acompañó anualmente hasta el año 1990.

 

El perro polar argentino

 

El perro polar argentino (PPA) es una raza canina extinta, desarrollada por el Ejército Argentino para equipar sus bases antárticas en funciones de transporte como perros de trineo. El PPA fue un cruce de Husky Siberiano, Alaskan Malamute, Groenlandés y Spitz Manchuriano. Se extinguió en 1994 como consecuencia de su trasladado al continente americano en cumplimiento de la normativa del Tratado Antártico de Protección del Ambiente (TAPMA).

 

La extinción

 

De hecho, el retiro de los canes del continente antártico equivalió al sacrificio pues al no poseer anticuerpos para eludir las enfermedades continentales en una primera tanda de 30 perros trasladados a Tierra del Fuego sobrevivieron sólo dos y sin posibilidad de descendencia, porque ambos eran machos.

El resto de los 26 perros remanentes fueron también trasladados al continente, muriendo muchos y otros se diseminaron en las provincias del sur, perdiéndose de esa manera la posibilidad de conservar las características originales que constituían aunque no reconocida oficialmente a esta excepcional raza.

La polémica decisión de prohibir los perros en la Antártida –fundamentada en conceptos erróneos y pseudocientíficos - consiguió doblegar la resistencia de ejemplares que toleraron, paradójicamente, un hábitat hostil, inclemencias extremas y difíciles misiones.