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Alertan que la crisis económica puede causar, en el mediano plazo, un aumento de los ACVs

Los Ataques Cerebro-Vasculares (ACVs) son la primera causa de discapacidad en nuestro país, y en el mundo. Y –en términos históricos– la 3ra causa de decesos. Según diversos especialistas, todo indica que, en los próximos tiempos, esta situación epidemiológica va camino a agravarse por el entorno de crisis económica y social.

30 sep 2025

Cada 29 de octubre las instituciones de salud de la Argentina convocan a repensar una grave situación de salud pública: ese día el Día Mundial de la Prevención del Ataque Cerebro-Vascular (ACV). El tema no es menor: los ACVs son la primera causa de discapacidad en nuestro país, y en el mundo. Y –en términos históricos– la tercera causa de decesos. Lo peor es que, según diversos especialistas, todo indica que, en los próximos tiempos, esta situación epidemiológica se va a agravar.

 

“Sabemos que toda situación crítica socioeconómica lleva a que la población empiece a recortar gastos. Lamentablemente a veces el recorte alcanza a los cuidados de la salud”, le dijo a PERFIL el doctor Luis Medina Ruiz, ministro de salud de la provincia de Tucumán. Y agregó: “se deja la medicación, se deja de ir a un gimnasio con regularidad”.

 

Medina Ruiz explicó estos conceptos en una exposición a la que asistió PERFIL, durante el reciente “Primer Encuentro de Foro Federal sobre políticas y atención del ACV isquémico”, que convocó a medio centenar de representantes y especialistas en esta temática de toda la Argentina.

 

El responsable de la salud de los tucumanos recordó que “enfermedades como la hipertensión arterial o la diabetes necesitan de la toma de medicamentos todos los días porque son patologías crónicas y no se puede dejar de tomar el fármaco”.

 

—¿Cuál es la consecuencia de dejar de tomarlo en el mediano plazo?

—Bueno, esas enfermedades empiezan a descontrolarse. Son las enfermedades llamadas “silenciosas”, y si no se tratan, empiezan, de a poco, a taparse las arterias, a aumentar el grosor del corazón o a envejecer las arterias. Y, de pronto, eso termina con un infarto agudo de miocardio o con un ACV”.

 

—¿Cuándo empezarán a notarse estas consecuencias?

—No es posible dar fechas precisas, pero si sabemos que es una tendencia y que pasa. A veces es muy pronto. Las personas hipertensas severas, si dejan de tomar su medicación antihipertensiva, pueden hacer un ACV en poco tiempo. O quien tiene una diabetes avanzada. Si la enfermedad no es intermedia, sin la medicación el deterioro puede darse en un lustro.

 

Esto se da en contextos en los que los datos epidemiológicos más recientes indican que, en Argentina, registramos alrededor de 58 mil episodios de ACV cada año”, le dijo a PERFIL el cardiólogo Gerardo García Mallea, que preside el Comité de Enfermedad Vascular Periférica y Stroke de la Federación Argentina de Cardiología (FAC).

 

En el caso de Tucumán, para poder prevenir, el gobierno provincial activó el laboratorio provincial para que fabrique más fármacos destinados a paliar esta situación. Incluso, comenzó a darles en forma gratuita algunos de los fármacos más comunes para la atención de estas patologías a personas que tienen su obra social, pero no recursos para comprarlos.

 

Por otra parte, según le aseguró a PERFIL el especialista Pablo Ioli, presidente de la Sociedad Neurológica Argentina (SAN), “lo que se dijo en estas charlas (por el tema del futuro crecimiento de la incidencia de ACVs) nos muestra dos escenarios: por un lado la demografía indica que habrá más casos por un aumento de la cantidad de gente y porque la gente vive más años. Pero también hay factores que hacen que la gente tenga menor acceso a la prevención. Y eso implica que habrá más casos de situaciones cardiovasculares.

 

La actual situación de contexto económico y social, la estaremos “pagando” en términos de salud pública

¿Cuanto? Si la situación sigue así, veremos consecuencias en materia del ACV en 5, en 10 y en 20 años. Ojo, es una patología que depende -en el 80% de los casos- de factores de riesgo vascular que son prevenibles y que pueden ser reducidos, en forma significativa, haciendo políticas de prevención adecuadas. Por ejemplo, mejoras importantes en la dieta cotidiana, dejar atrás el sedentarismo, controlarse regularmente la presión arterial y el azúcar en sangre, son todas cosas efectivas que logran reducir la enfermedad cardiovascular.

 

Según concluyó el experto de la SAN, la “actual situación de duro contexto económico y social, lo estaremos “pagando” en términos de salud pública, en fuertes impactos tanto en el corto como y en el mediano plazo. Lo bueno es que, si se retoma la senda de una prevención adecuada, los índices de riesgo pueden volver a ponerse bajo control”.

 

En CABA

 

Hace un par de meses, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires implementó un nuevo modelo de atención para el Accidente Cerebrovascular (ACV) isquémico a través de una Red Única en el sistema público de salud.

 

Esta estrategia incluye un circuito estandarizado, protocolos clínicos definidos, ampliación de centros receptores y una coordinación activa con SAME, lo que permite actuar rápidamente ante una de las emergencias médicas más tiempo-dependientes.

 

Para llevarlo adelante se hizo lo siguiente:

 

● La capacitación de los equipos de salud que fueron sujetos a un extenso entrenamiento que alcanzó a más de 500 personas.

● La mejora de la cobertura territorial acelerando la llegada a los hospitales. El SAME cumple un rol esencial: ante la confirmación de un caso sospechoso de ACV, traslada al paciente al hospital con Unidad de Stroke o Stroke Team más cercano y operativo, optimizando tiempos críticos y garantizando una derivación efectiva.

 

Los seis efectores estratégicos se dividen en dos niveles según su complejidad:


Unidades de Stroke (U.S.):

 

● Hospital Ramos Mejía

● Hospital Pirovano


Stroke Team (S.T.):

● Hospital Fernández

● Hospital Santojanni

● Hospital Argerich

● Hospital Durand

 

Estos hospitales cuentan con equipos especializados en guardia para la identificación, evaluación y tratamiento rápido del ACV, con posibilidad de realizar trombólisis, y en el caso de Ramos Mejía y Argerich, también trombectomía. Cada uno de estos hospitales recibe derivaciones definidas desde otros efectores generales agudos de su zona de influencia, conformando una red ordenada, eficiente y equitativa.