El especialista en Desarrollo Regional y Transporte, Juan Manuel Martorell, elaboró una propuestar para reestructurar la deuda externa, utilizando un instrumento que denominó "multiplicador espejo de divisas" y que consiste en la emisión de un bono en pesos por valor equivalente (o a establecer) al de las retenciones a las exportaciones agrícolas o mineras y su otorgamiento al productor. Las divisas generadas por la exportación se utilizan para pagar deuda sin provocar una merma en la oferta monetaria gracias a la emisión de un bono equivalente al monto de las retenciones por lo que en la práctica se logra que esas divisas no salgan del sistema. Técnicamente es creación de cuasi dinero vinculado directamente a una producción real y cuantificable.
Martorell explica que "la finalidad del mecanismo es evitar que los pagos por intereses y capital de deuda externa (por la cantidad equivalente a las retenciones actuales o futuras) lastren la tasa de inversión interna y por ende el crecimiento presente y futuro; al mismo tiempo que permitir pesificación paulatina, sin perjuicio de la reducción de la deuda externa"
"El bono (con una mecánica similar a los Boden) podrá usarse para comprar bienes del estado, maquinaria de producción nacional, inmuebles a construir, para proyectos de forestación en zonas improductivas, agricultura con irrigación en la Patagonia, producción de moluscos filtradores que se alimentan solos, piscicultura en zonas donde no exista previamente, desarrollo de nuevos hoteles en regiones actualmente no turísticas, centros termales, de montañismo y ski, teleféricos turísticos, etc. (y para pago de impuestos a determinar, deuda impositiva, y previsional como se detalla más adelante)".
"Los bonos se emiten a un horizonte lejano (80 a 100 años) y con respecto al rendimiento existen dos posibilidades: 1. garantizado por el estado sin premio (por debajo de la inflación esperada o de la variación del tipo de cambio) de manera que el bono se vaya licuando a lo largo del tiempo. 2. con ligera ganancia respecto a la inflación, o la variación del tipo de cambio o incluso asociado a la variación del PBI".
"Existe la posibilidad de incentivar una rápida reactivación de la actividad económica permitiendo la “activación” o canje del bono por un segundo bono o un certificado de depósito cotizable en bolsa, y por ende monetizable, únicamente una vez utilizado el primer bono en una inversión productiva. Con esta opción solo el bono “activado” (o el segundo bono canjeado o en el certificado de depósito) permitirá pagar deuda impositiva y previsional anterior a una fecha de corte a determinar. Sin esta opción, directamente habría un solo bono con el que se podría pagar deuda impositiva y previsional, además de monetizarlo automáticamente negociándolo en bolsa obteniendo efectivo inmediatamente pero convalidando seguramente una pérdida con respecto a su valor nominal".
"Con el bono se incentiva la exportación y el ingreso de nuevas divisas para el estado a la vez que el monto en dólares equivalente a las retenciones que salen de la economía se duplica “en espejo” en pesos y no sale de la economía, a la vez que es posible forzar su inyección como inversión productiva en lugar de ser utilizadas por los productores para atesoramiento o compra de divisas en los mercados blanco o negro".
"Existe la posibilidad de diferenciar zonas geográficas o negocios vinculados con la generación de divisas como prioritarias y que en este caso el estado acepte la utilización de los bonos con paridad respecto de su valor nominal; y que en zonas o negocios no prioritarios el inversor deba empardar o aportar el equivalente a un porcentaje determinado del valor del bono para utilizarlo con un objetivo no identificado como inversión estratégica o reproductiva. O segmentar según el tipo de productor, sea pequeño, mediano o latifundio".
Otros beneficios del mecanismo:
Reglamentación de la ley
Martorell afirma que "dependiendo de la reglamentación de la ley que implemente el bono, el cálculo para el otorgamiento del mismo a los productores (siendo los tributarios de las retenciones solo los exportadores) podrá hacerse por tonelada u otra unidad o metodología a definir".
"Asimismo la reglamentación podrá dirigir las inversiones privadas a sectores estratégicos o con mayor capacidad de producir divisas".
"Solo a modo de ejemplo, es posible en el caso de la forestación financiada con los bonos en zonas degradadas o en proceso de desertificación combinar las ventajas de estos títulos con la venta de bonos de carbono a la UE con un ingreso extra de divisas. También es posible sustituir importaciones forestales e incluso exportar, o desarrollar nuevos negocios conexos como papeleras o industria del mueble en lugares donde actualmente no existe ni se prevé surja".
"También podría ser posible orientar la inversión con los bonos en la construcción bajo el criterio del llamado “nuevo urbanismo” es factible crear nuevos destinos turísticos en los que el área de servicios sea una atracción en sí misma y superar Argentina el perfil de destino acotado a Ciudad de Buenos Aires y paisajes lejanos. Puede incentivarse asimismo el turismo interno y receptivo de calidad concesionando para su restauración integral y explotación bienes estatales patrimoniales abandonados (como el Hotel Sierra de la Ventana, el conjunto del Hospital Santa María de Punilla, el Castillo de Egaña, solo por citar algunos ejemplos)".
Por último, Juan Manuel Martorell informó que "habilité la casilla de mail [email protected] para responder todas aquellas dudas y consultas sobre la propuesta".