
Noticias | 5 abr 2020
"Pusimos toda nuestra capacidad a disposición del Ministerio de Salud"
¿Cómo se prepara Tierra del Fuego para la pandemia? Por qué se instalarán 76 camas para oxigenoterapia en el polideportivo y cómo colaborará Clínica San Jorge con el Gobierno y el Municipio para hacerlo posible, en esta entrevista al Dr. Sánchez Posleman.
El Dr. Carlos Sánchez Posleman es director de Clínica San Jorge, la principal institución privada de salud en Tierra del Fuego desde hace más de 40 años. Desde Argentina Online lo entrevistamos en relación a la evolución del COVID19 en nuestra provincia, la preparación del sistema de salud para hacer frente a la pandemia y el trabajo coordinado entre los actores provinciales de la salud.
—¿Usted cree que se está logrando contener al coronavirus en la provincia?
—Los primeros casos de coronavirus en Tierra del Fuego son de hace cinco semanas. En principio se trataba de casos importados, turistas fueguinos que viajaron al exterior y presentaron síntomas. Según informó epidemiología, esos primeros casos hoy están todos controlados y han sido dados de alta. Hubo también algunos casos secundarios que se produjeron a partir del contacto con esas personas, pero también se han recuperado, por lo que esos focos iniciales están controlados.
Luego, hace 3 semanas, epidemiología provincial comenzó a observar casos positivos que no tenían relación directa con gente que hubiera viajado. Es ahí que se descubre el conglomerado-clúster integrado por personas que trabajan en el aeropuerto de Ushuaia. La mayoría de los casos positivos de Tierra del Fuego son tanto integrantes de ese clúster, como contactos secundarios o terciarios de ese clúster. Cuando se habla de conglomerado o clúster nos referimos a un grupo de casos que están interrelacionados entre sí.
Si tenemos en cuenta que los primeros casos autóctonos aparecieron hace tres semanas, se está observando que la situación hospitalaria está siendo controlada, sólo hay 2 pacientes en terapia y un número de casos en internación que se mantiene en el orden de 3 o 4 en la provincia.
—¿Cuál es la estrategia que se está adoptando a nivel local para enfrentar la pandemia?
—Siempre he dicho que puede haber efectores públicos y privados, pero la salud pública es una sola, más aún en un momento como éste. Hace sólo unos días se discutía la posibilidad que saliera un Decreto de Necesidad y Urgencia según el cual se centralizaría el manejo de las clínicas privadas en todo el país. Y a pesar de que el Gobierno Nacional finalmente dio marcha atrás, nosotros creíamos que era una medida correcta y necesaria en este momento. Por eso en Tierra del Fuego no hizo falta un decreto presidencial para que nuestra clínica pusiera toda su capacidad, incluyendo recursos humanos, tecnológicos y logísticos a disposición del Ministerio de Salud, que es el organismo que debe establecer la estrategia a seguir en esta situación. El Municipio de Ushuaia también se ha puesto a disposición del Gobierno y ha trabajado en forma constante desde el inicio de la pandemia. Podemos decir con orgullo que en Tierra del Fuego los actores involucrados en la salud estamos cooperando y trabajando en forma coordinada.
La estrategia consta de tres áreas o etapas principales, la prehospitalaria, la hospitalaria y la social. Para el área prehospitalaria el Ministerio de Salud ha designado a 25 médicos para el seguimiento telefónico de los casos sospechosos y positivos, verificando el estado clínico actual y el grupo de contactos para aislar a quienes fuere necesario y cortar la expansión del virus. La etapa hospitalaria es en la que se genera la internación de los pacientes portadores y casos sospechosos con síntomas. El tercer sector en el que se trabaja es el social, en el que la provincia y el municipio trabajan en conjunto para suplir las necesidades tanto económicas como sociales de la población, desde la asistencia con alimentos hasta la vacunación en grupos de riesgo. El Municipio ha realizado además en este sentido un trabajo fuerte en desinfección de las calles, distribución de alcohol en gel y elementos de protección.
—¿Cómo funciona ese trabajo coordinado entre Clínica San Jorge, el Gobierno Provincial y el Municipio?
—La etapa en la que más trabajo en conjunto se da es en la hospitalaria. Hemos coordinado con el Ministerio de Salud la distribución de casos de acuerdo a la forma en que progrese el virus. En principio los casos positivos serán tratados en el Hospital Regional. Si la capacidad del hospital en algún momento no fuera suficiente, se utilizará también la capacidad instalada de nuestra clínica. Y en el caso que esa capacidad tampoco fuera suficiente se contará con un centro de atención primaria en las instalaciones del polideportivo “Cochocho Vargas” en cuyo acondicionamiento estamos trabajando junto al Gobierno y el Municipio.
—¿En qué consiste el centro de atención primaria?
—Se trata de un proyecto que está en desarrollo ahora mismo, coordinado por el Ministerio de Salud y en el que colaboramos tanto la Municipalidad de Ushuaia como la Clínica San Jorge. Se está acondicionando al Polideportivo “Cochocho Vargas” como centro de atención primaria para pacientes con COVID19, y contará con 76 camas para oxigenoterapia, además de profesionales médicos, enfermeros y personal de limpieza. El Municipio provee las instalaciones y es responsable de la construcción y reformas necesarias en lo estructural, como así también de la limpieza, lavandería de ropa, cocina y alimentación para pacientes y profesionales. Y entre los efectores públicos y privados de la salud desarrollamos la logística de atención de la salud, desde enfermería hasta cuerpo médico, evaluando la cantidad de profesionales con los que se cuenta, relevando las especialidades, la cantidad de enfermeros en condiciones de incorporarse al proyecto y la capacitación de todo el personal. En el caso de nuestra institución hemos participado además en el diseño, diagramación y distribución del espacio en el centro de atención primaria. Se trata de un verdadero equipo de salud donde hay un engranaje con diferentes eslabones en los que todos son necesarios y deben trabajar en forma coordinada.
—¿Qué medidas ha tomado la Clínica San Jorge para prepararse ante la pandemia?
—En nuestro caso hemos sido muy rigurosos desde un principio en la preparación de nuestra institución. Implementamos rápidamente todos los protocolos de elementos de protección personal, desde la limpieza hasta el personal de terapia intensiva, se capacitó a los recursos humanos sobre las pautas para vestirse, desvestirse y administración de los elementos de protección personal. Trasladamos la sala de las personas más críticas y vulnerables a un piso exclusivo. Diseñamos un área exclusiva de cuidados respiratorios con circulación restringida. Generamos una terapia intensiva respiratoria para los pacientes que pudieran llegar a ingresar con COVID19 y una terapia intensiva para el resto de los pacientes, con circulación independiente. Creamos un nuevo consultorio para hacer triage respiratorio. Fuimos pioneros en la implementación de la receta virtual, la mesa de entrada virtual, y la guardia virtual: hoy tenemos de 50 a 60 consultas diarias virtuales en todas las especialidades médicas. Se designó un médico exclusivo para la atención de pacientes de PAMI. En el laboratorio incrementamos la cantidad de extracciones semanales en domicilio para las personas en grupos de riesgo. Pusimos un horario exclusivo de atención a pacientes con factores de riesgo en el laboratorio y otras áreas. Implementamos un consultorio virtual exclusivo para que los pacientes no se queden sin su medicación crónica y a partir de la semana que viene se entregarán las recetas por mail o whatsapp.
—¿Estamos bien preparados en Tierra del Fuego para el pico de casos?
—He escuchado personas a las que le genera preocupación que nos estemos preparando con tanta antelación, pero lo que debería preocuparnos en realidad sería no estar preparados. Esta pandemia comenzó en China y se expandió por Medio Oriente, Europa, Norteamérica y Latinoamérica y gran parte de los países han visto colapsar su capacidad hospitalaria, ninguno estaba preparado para semejante catástrofe. Esa es la única referencia que tenemos sobre lo que es capaz de hacer el virus. Sería imperdonable que teniendo este tiempo previo para prepararnos no lo hiciéramos, es preferible pecar de precavidos que de confiados. Ojalá no tengamos que utilizar la capacidad hospitalaria que se está generando, pero en el caso en que sea necesario vamos a estar preparados. Debemos ser conscientes que tarde o temprano un gran porcentaje de la población va a contagiarse, pero hay que tratar que ese contagio sea lo más gradual posible para no desbordar nuestra capacidad y para ganar tiempo valioso en el que se generan herramientas para combatir al virus, como medicamentos y vacunas. Tenemos el desafío de que nuestra comunidad vea cómo los dirigentes y representantes trabajan por el bien común y no por el bien particular o partidario, y creo que se está avanzando en ese sentido.


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