El objetivo del sistema de etiquetado frontal de alimentos es advertir a la población sobre los productos que contienen exceso de determinado ingrediente o componente.Tiene como fin promover la alimentación saludable en base a la información y a la concientización de la comida sana. Esta leyenda se aplicará cuando el azúcar, el sodio o las grasas saturadas superen los límites de los valores nutricionales en los alimentos.
“Hace un año y medio que no consumo azúcares, ninguna harina refinada y tampoco tomo alcohol”, afirmó Stefani, y sostuvo que es fundamental que la sociedad se eduque sobre la alimentación: “Estudio mucho sobre la salud y el bienestar humano. Después de algunas pruebas que me puso la vida decidí cambiar hábitos y mejorar mi alimentación. La comida sana ayuda a prevenir enfermedades como diabetes, hipertensión y obesidad”.
De acuerdo a la Organización de Naciones Unidas de Alimentación y la Agricultura (FAO), en las estimaciones de 2018, en Argentina hay un 28,3% de obesos, y tienen sobrepeso -un peso superior al que corresponde a su edad y talla- el 76% de los hombres y el 59% de las mujeres. Además, es el país que tiene el problema más grave de obesidad infantil en América Latina, con más del 7% de la población. “Es fundamental reeducarnos en materia de alimentación.
Evitar que los alimentos nocivos sean los más accesibles y los que uno puede encontrar con mayor frecuencia en los comercios”, reconoce Stefani y agrega: “La ubicación de los productos en las góndolas, la falta de oferta de alimentos saludables en los comercios de cercanía y, la comunicación y marketing sobre estos productos hacen que uno se siente estimulado a consumirlos. Es un punto muy importante en el que debemos trabajar porque la alimentación es fundamental en el desarrollo y el crecimiento de cada uno. Una alimentación saludable es menos gente en los hospitales y mejor calidad de vida”