
Noticias | 28 sep 2020
“No se puede abandonar a los pacientes con enfermedades diferentes al COVID19"
El Dr. Sánchez Posleman se mostró en contra de las medidas que restringen la atención a pacientes con padecimientos diferentes al COVID19. También opinó sobre la nueva cuarentena en Ushuaia e instó a trabajar en equipo.
El Dr. Sánchez Posleman, director de Clínica San Jorge, se mostró en contra de las medidas que restringen la atención a pacientes con padecimientos diferentes al COVID y dio su opinión sobre el nuevo aislamiento social, preventivo y obligatorio anunciado por el gobierno. A continuación reproducimos su publicación:
En los últimos días, se han acumulado nuevos casos de infección por nuevo coronavirus (Covid 19) en nuestra ciudad de Ushuaia. Nadie puede decir que esta situación nos toma de improviso, sobre todo si tenemos en cuenta el intenso brote que viene aquejando a nuestra vecina Río Grande hace más de dos meses. Al igual que lo ocurre en casi todas las geografías, a la larga se demuestra que no hay barrera sanitaria que pueda frenar al virus, por lo cual es más efectivo poner todos los recursos para evitar que el brote se propague que obsesionarse para que no entre ningún caso.
Desde Clínica San Jorge, insistimos en nuestra posición de actuar en equipo, compartiendo decisiones y recursos, humanos, tecnológicos y edilicios con el subsistema público provincial y el municipal. Consideramos que no generan ningún beneficio a la comunidad las actitudes, comentarios, y conferencias donde parece que se intenta culpar a los ciudadanos . Ahora más que nunca, es necesario trabajar de manera unida, organizada y orgánica. Insistimos en el consejo inicial, hace ya 6 meses, de fortalecer el sistema de vigilancia epidemiológica prehospitalaria y el de poner en marcha un equipo de trazadores y rastreadores para poder alivianar la presión al 107 y a la Dirección de Epidemiología.
Cuando, de manera repentina en el mes de marzo, nos encontramos con la primera ola de infectados, fruto de contagios a partir de casos importados, se pusieron en marcha medidas sanitarias draconianas, que nadie puede olvidarse: confinamiento domiciliario, cierre de escuelas, de comercios, suspensión de actividad médica, prohibición de viajes. A medida que ha progresado la pandemia, la evidencia científica ha comprobado que muchas de las medidas impuestas en un inicio no solo fueron son ineficaces, sino que terminaron generando mas daño a la salud de la comunidad. Por ejemplo, cuando no se conocían en forma adecuada los mecanismos de transmisión se hizo hincapié en la desinfección de superficies, alfombras con lavandina, camiones rociadores. Hoy, la epidemiología ya ha demostrado que esa no es la principal forma de transmisión, que los contagios se producen básicamente cuando una persona emite con la voz, la tos, o solo la respiración pequeñas partículas que se depositan en la mucosa respiratoria de otra persona. Y que ese contagio tiene lugar, no en el aire libre, sino más principalmente en lugares cerrados, concurridos y con deficiente ventilación. Del mismo modo, el pedido inicial de “quedate en casa” tuvo como grave secuela, no solo aquí si no en casi todo el mundo, el fenómeno de consultas tardías: anginas de pecho que llegaban a la guardia como infartos, apendicitis en fases de peritonitis y cáncer con progresión a estadios intratables. NO podemos cometer el mismo error.
Creemos firmemente que en el contexto epidemiológico actual debe prevalecer la responsabilidad individual, más allá de las medidas dispuestas por la autoridad sanitaria. No debe dejar de repetirse que son los encuentros y reuniones de familias o amigos, como sostiene la Organización Mundial de la Salud los grandes amplificadores de los contagios. La capacidad que tiene el coronavirus de contagiar de manera presintomática es lo que hace riesgosas estas reuniones. Hoy puedo estar infectado y no saberlo, y sin querer terminar contagiando a seres queridos, para peor a algunos de ellos con factores de riesgo para enfermedad grave. En cuanto a otras medidas restrictivas pensamos que deben individualizarse, no todas las actividades tienen el mismo riesgo y no todas tienen el mismo cumplimiento de los protocolos sanitarios. De lo que estamos seguros es que de ninguna manera es adecuado restringir la salud. La comunidad tiene que seguir teniendo las puertas abiertas para sus controles preventivos: controles de niño sano, controles de embarazo, anticoncepción transitoria y definitiva, consultas de nutrición, vigilancia de enfermedades crónicas, pesquisa y diagnóstico precoz de cáncer, monitoreo de enfermedades metabólicas, estudios por imágenes, endoscopías digestivas, controles de laboratorio, tratamientos kinésicos, fisiatría, etc. A esta altura, ninguna institución sanitaria tiene excusas para no haber aprendido y puesto en práctica las medidas rigurosas para prevenir los contagios: distanciamientos en salas de espera y pasillos, restricción de visitas, consultas por telemedicina, uso de equipos de protección. Si estas acciones se llevan a cabo de manera criteriosa y prudente, no solo es inadecuado sino gravemente peligroso suspender la atención sanitaria. La salud no puede ni debe ser restringida.
Dr. Carlos Sánchez Posleman
Director de Clínica San Jorge


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