miércoles 16 de julio de 2025

Noticias | 26 mar 2021

“Nos estamos preparando para un rebrote estacional de COVID-19 en Tierra del Fuego"

¿Cuál será el impacto de las nuevas variantes de covid-19 en nuestro país? ¿Es inevitable la segunda ola? ¿Qué errores no debemos volver a cometer? ¿Es adecuado el ritmo de vacunación en nuestra provincia? Enterate de todo en esta entrevista al Dr. Carlos Sánchez Posleman, Director de Clínica San Jorge.


¿Cuál será el impacto de las nuevas variantes de covid-19 en nuestro país? ¿Es inevitable la segunda ola? ¿Qué errores no debemos volver a cometer? ¿Es adecuado el ritmo de vacunación en nuestra provincia? Enterate de todo en esta entrevista al Dr. Carlos Sánchez Posleman, Director de Clínica San Jorge.

 

Doctor, ¿cuál es su análisis de la progresión actual de la pandemia?

En las últimas semanas estamos siguiendo muy de cerca la progresión de la pandemia en Europa, y también en países vecinos, como Brasil, Uruguay y Paraguay. Allí la situación es preocupante debido al aumento exponencial de casos, asociado a la aparición de nuevas variantes del virus, más contagiosas e incluso (según ciertas fuentes) más agresivas. Esto debería ponernos en un estado de máxima alerta. 

 

Se empieza a hablar de una segunda ola “inevitable”. ¿Usted coincide con las expresiones de funcionarios en ese sentido?

Si nos remontamos a lo que fue la pandemia de coronavirus en Tierra del Fuego el año pasado, podemos diferenciar claramente una primera ola con un pico en marzo-abril y una segunda ola más amesetada que se mantuvo desde el mes de septiembre hasta noviembre aproximadamente. La primera ola del otoño se logró abatir a expensas de una cuarentena estricta con férreas medidas restrictivas. Hoy consideramos que esas medidas son inviables, por el daño que producen en todos los sectores de la vida en sociedad. Durante la segunda ola del 2020 se logró mitigar la pandemia mediante una adecuada gestión de la atención prehospitalaria y de los recursos hospitalarios, sumado a medidas que ya están incorporadas en la comunidad como el lavado de manos, el uso de barbijos y la distancia física. Así se logró evitar el colapso sanitario, que es en última instancia el objetivo final de la respuesta del sistema de salud a la pandemia.
Los expertos en Epidemiología cada vez están más convencidos de que el coronavirus, igual que otros virus respiratorios, está teniendo un comportamiento estacional, con mayor propensión a producir picos de infección en los meses más fríos, donde la gente permanece más tiempo adentro y con las ventanas cerradas.  Entonces, más que segunda ola, creo que deberíamos prepararnos para un rebrote estacional de covid-19. Y por las características climáticas de nuestra provincia, es de esperar que este se adelante a la aparición de brotes en otras regiones del país.

 

¿Actualmente percibe un estado de “relajación” de los cuidados en la comunidad?

Sin lugar a dudas. Por cierto, podemos admitir que después de tantos meses de tensión, con encierros, cuarentenas, enfermedad, internaciones, etc., es lo esperable que la gente se relaje en cierta medida. Pero es fundamental que los responsables de la gestión sanitaria, tanto a nivel estatal como en el ámbito privado, salgamos a dar nuestra voz de alerta. La pandemia no se terminó, el coronavirus sigue circulando; indudablemente tendremos casos de las nuevas variantes; y seguramente, a medida que ingresemos en la temporada otoño-invierno, al pasar más tiempo adentro reunidos en interiores, se produzca un nuevo aumento de casos.

 

Puntualmente, ¿qué medidas cree necesario introducir?

Creo que a nivel comunitario no podemos discontinuar medidas que nos han venido dando resultados, como evitar aglomeraciones, optimizar el uso de barbijos y todas las medidas higiénicas. En lo que respecta a Clínica San Jorge, desde hace meses venimos trabajando en un modelo híbrido presencial-telemedicina, en el cual el paciente solo tiene que concurrir cuando es necesario un examen físico presencial, pero puede comunicarse vía videollamada con su médico de cabecera para resolver otras situaciones, tales como ver resultados de análisis, actualizar recetas, o en casos de enfermedades agudas leves. Con esto, evitamos las aglomeraciones en las salas de espera y la circulación innecesaria del paciente. No todas las instituciones están siendo lo suficientemente ágiles al respecto, pero es lo que amerita la situación para adecuarse a esta nueva normalidad.
Por otro lado, con respecto a la gestión sanitaria, creo que más que nunca debemos optimizar la atención pre-hospitalaria de pacientes con cuadros compatibles con covid-19. La detección y el aislamiento precoz de los casos sintomáticos ha demostrado ser una de las intervenciones más eficaces. Entonces, no podemos perder oportunidades de realizar testeos y de indicar aislamiento al que realmente tiene coronavirus.  El sospechoso debe testearse y el resultado debe estar pronto. Es la base para asegurar un bloqueo de las cadenas de transmisión.

 

¿Qué considera que hemos aprendido tras un año de pandemia? ¿Qué errores no deberíamos volver a cometer?

Hace doce meses, cuando estalló la pandemia, no teníamos disponible la evidencia científica de cómo se comporta el virus, y menos aún sabíamos cómo sería la respuesta de los individuos. En tal sentido, se dieron inicialmente mensajes que demostraron ser erróneos. Por ejemplo, el famoso “quedate en casa”. Pronto supimos que, por ejemplo, cuando se trata de salud, el paciente con síntomas cardiovasculares, el paciente oncológico y el paciente con problemáticas de salud mental no pueden quedarse en casa. Entonces, hoy sabemos que ese mensaje de “quedate en casa” debe ser acompañado por una acción sanitaria concreta. Y esa acción consiste en facilitar, y no bloquear, el acceso del paciente al sistema sanitario, ya sea mediante consulta presencial o telemedicina. 
Otro gran aprendizaje que nos dejó la pandemia es que la respuesta del sistema de salud debe ser conjunta, articulada y colaborativa. No sirven acciones sanitarias cuyo único rédito es político. Gobiernos provinciales, municipio, obras sociales e instituciones privadas deben trabajar a la par, generando una estrategia que beneficie a toda la comunidad en forma global.

 

Con respecto a la vacunación, ¿cree que el ritmo de aplicación de dosis en la provincia es el adecuado?

En esto adhiero a las palabras de la Sra. Ministra de Salud de la Nación, y reconozco que nunca antes en nuestra historia se vacunó a tanta gente en tan poco tiempo. Pero también reconozco que esta es una carrera de inyecciones vs. infecciones, por lo que no podemos demorar un minuto de más en inmunizar a toda nuestra población de riesgo. Afortunadamente, vemos que se ha logrado vacunar al personal sanitario, y que se está inmunizando a la población de adultos mayores y personas con patologías de riesgo. Creo que hay que acelerar todo el proceso para lograr vacunar a todas las personas con exposición elevada, como los miembros de las fuerzas de seguridad, los transportistas, y sin duda, todo el personal docente y no docente de nuestro sistema educativo.

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