martes 12 de agosto de 2025

Noticias | 14 nov 2022

Malvinas

La última misión de la Fuerza Aérea en Malvinas

El Comando de la Fuerza Aérea Sur, ubicado en Comodoro Rivadavia, ordena una misión nocturna con la finalidad de eliminar el asedio de tropas británicas, su cumplimiento estará a cargo del Escuadrón Canberra, gran recuerdo que vale la pena traer a nuestros días.


El Canberra es un avión de origen inglés que voló por primera vez en 1950, y fue exportado a varios países, incluido Argentina, arribando aquí en 1969. Funcionaba para reconocimiento táctico, y bombardeo. Y así, en 1971, en un vuelo de casi 50 horas desde Warton, Inglaterra arriban los últimos a nuestro país: el B-108, B-109 y B- 110, apoyados por un avión Hércules C-130 matrícula TC-63. De estos, sólo uno de ellos (incluido el Hércules) no caería en la guerra por Malvinas.

El 13 de junio de 1982, el B-108 y el B-109, despegaron de Río Gallegos a las 21.35 hs. participando en la última misión de la FAA en la guerra. Como dato ilustrativo, también habían intervenido en la primera. Uno de sus pilotos era el entonces primer teniente Roberto Rivollier, quién plasmará sus recuerdos en páginas de un libro al que tituló “Canberras sobre Malvinas”. Luego de la reunión previa al vuelo final, se quitó el anillo de casamiento entregándoselo a un compañero a quién le manifestó: “Si no regreso, déselo a Chesi (su esposa) y dígale que le envío un beso, extensivo para mis hijas Janet y Evelyn.”

DÍA 15 DE SEPTIEMBRE DEL AÑO 2008, RECIBIMIENTO DE LOS RESTOS DEL MAYOR CASADO,
ENTREGADOS POR LA COMPAÑÍA HISTÓRICA DE LA FUERZA AÉREA ARGENTINA. FOTO ESTEBAN
BREA - LA GACETA AERONÁUTICA.

 

Por lo arriesgado de la misión, no pensaba en una mínima posibilidad de sobrevivir. Empero, al igual que sus compañeros, se decidió a dar todo, sin pedir nada a cambio. El tiempo entre vestirse e ir al avión en plataforma es una eternidad, como protagonista de una película donde se encuentra inhibido de posponer la función. Los detalles de cómo eludir el radar chileno de detección en Punta Arenas, alcanzar el nivel de vuelo óptimo, acercarse sobre las Islas Malvinas, las cuales eran duramente sacudidas por bombardeo y artillería de buques ingleses, se suceden una y otra vez hasta que Roberto vuelve a escuchar: “Estamos a siete…, seis…, cinco…, dos…, una milla del bombardeo…¡FUEGO!”

Las ventanillas se abren, salen las cinco bombas; dos toneladas y media abandonan el B-109. Y el escape a todo o nada: dispositivos de emergencia (bengalas y chaff), un misil enemigo que se desvía cerca suyo, y finalmente escapar de una patrulla aérea de aviones Harrier que habían salido a su mortal intercepción. La llamada al otro Canberra queda sin respuesta. Fue derribado el avión B-108 por un misil Sea Dart lanzado por el destructor Exeter, con la pérdida del Capitán Fernando Casado (navegador), ya que su piloto Roberto Pastrán logró eyectarse.

TAPA DEL LIBRO "CANBERRAS SOBRE MALVINAS", DEL COMODORO (R) VGM ROBERTO E. RIVOLLIER

Y ayudado por el silencio, en la absoluta soledad e inmersos en la espesura de una noche negra, Roberto Rivollier y su navegador (Jorge Annino) regresan de la misión. Una vez en tierra firme sólo un teléfono punto a punto, color rojo, y del otro lado una voz que le solicita exprese novedades. Minutos después otra voz le acerca algo a su mano: “Sírvase Señor su anillo, por suerte no hizo falta entregárselo a su señora.” Pero Roberto quedó esperando como si fuera un anhelo utópico que regresaran sus compañeros. Que su derribo no haya sido real. Que el tiempo no los borre de la memoria. Luego de una eterna noche, el sonido de los motores de un Canberra lo despierta.  A través del Expediente n° 2.019-87957233-APN-CG#FAA lo han llamado para exponer ante una Comisión de la Fuerza Aérea, esta vez, del otro lado tuvo a un piloto Veterano de Guerra como él.

Su historia y la de sus compañeros no será olvidada, 40 años después consta en las crónicas de su libro y en la Historia Oficial de la Fuerza Aérea Argentina.

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