miércoles 26 de junio de 2024

Noticias | 12 mar 2024

Datos de Unicef: Siete de cada 10 niños en la Argentina viven en la pobreza

Son 8,6 millones de chicos menores de 18 años, que viven en hogares que no alcanzan el piso mínimo de ingresos monetarios o en entornos de privación de derechos (vivienda, salud, educación, entre otros); la indigencia infantil superó a fines de 2023 el 19%


Siete de cada 10 niños viven en la pobreza en la Argentina. Ese es el dramático escenario social que configuran las últimas estimaciones de Unicef para el país, que comprende a aquellos menores de 18 años cuyos hogares no alcanzan el umbral mínimo de recursos económicos (pobreza monetaria) o cuyo entorno de vida los priva del ejercicio de un derecho básico, como hábitat (vivienda, baño, acceso al agua), educación o salud, entre otros (pobreza no monetaria).

 

Se trata de un universo estimado en 8,6 millones de chicos y adolescentes, de acuerdo con las proyecciones de Unicef para el segundo semestre de 2023, en el que comprende a la pobreza por recursos económicos (57,5%) y a la pobreza por privación de derechos (43%).

 

Al combinar ambos universos, la organización determina que existe un 31% de menores de 18 años en la Argentina que son pobres en ambas dimensiones de forma simultánea. Se trata del segmento crítico de la pobreza estructural, que comprende a 3,8 millones de chicos.

Unicef es la agencia de Naciones Unidas especializada en infancia y adolescencia, que está presente en más de 190 países.
Unicef es la agencia de Naciones Unidas especializada en infancia y adolescencia, que está presente en más de 190 países.HERMANN J. KNIPPERTZ - AP

 

La evolución de la serie que elabora Unicef muestra que mientras la pobreza no monetaria en los últimos años registra un lento, pero paulatino descenso, que cruza gobiernos y se vincula con políticas públicas e inversión en infraestructura, vivienda (acceso a agua y cloacas), salud o educación, el deterioro macroeconómico tuvo como consecuencia un acelerado crecimiento de la pobreza y la indigencia, que ya involucran a más de siete millones y dos millones de menores en cada caso.

 

“La explicación tiene que ver con el estancamiento económico del país, la situación social y el empeoramiento del mercado de trabajo. La canasta básica aumenta en mayor proporción que los índices de inflación general y que los salarios, los registrados y, fundamentalmente, los no registrados”, explicó el economista Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social y Monitoreo en Unicef Argentina, al analizar el deterioro social del país, quien advierte por el efecto negativo de la aceleración inflacionaria del final de 2023.

Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social y Monitoreo en Unicef Argentina.
Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social y Monitoreo en Unicef Argentina.

 

Según las estimaciones de Unicef, utilizando datos de la EPH del Indec (tercer trimestre) y proyecciones estadísticas en base a la inflación, la indigencia infantil creció cinco puntos porcentuales en el segundo semestre del año pasado (pasó de 14,3% a 19,4%), lo cual implicó que estadísticamente cayeron en la indigencia 643.000 niños.

 

Los números del informe presentado por la agencia de Naciones Unidas especializada en infancia y adolescencia, que está presente en más de 190 países en todo el mundo, registran que las variables monetarias empeoran desde 2017, con impacto negativo por la pandemia y la aceleración inflacionaria.

 

En números, la tendencia muestra que desde ese año hasta hoy la pobreza monetaria infantil creció 17,4 puntos porcentuales (pasó del 40,1% al segundo semestre de 2017 al 57,5% actual), mientras que la indigencia se duplicó (pasó del 7,9% al 19,4% estimado para la segunda mitad del año pasado). “Es la primera vez que vemos un incremento estadístico muy importante en la indigencia”, advirtió Waisgrais.

 

A su vez, los especialistas de Unicef indican que, más allá del promedio, existen segmentos de la población con mayores vulnerabilidades y disparidades en diferentes grupos.

 

En el caso de su entorno de residencia, plantean que la pobreza infantil entre los argentinos que viven en barrios populares y asentamientos es del 84%. También existen brechas en materia de género (63,5% de pobreza infantil entre niñas, 50,8% en los varones) o en cuanto al nivel educativo: mientras que la pobreza infantil en hogares con clima educativo bajo (los adultos no alcanzaron al menos siete años de escolarización) es del 83%, en el nivel educativo “muy alto” es de apenas el 13,7%.

 

Fuente: La Naciòn

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