Entrevistas | 1 jul 2024
Dr. Gasparotti: “Es un orgullo ser el primer médico intensivista formado en Clínica San Jorge”
Entrevistamos al Dr. Sebastián Gasparotti, médico de Clínica San Jorge, especialista en Clínica Médica y en Terapia Intensiva. Sebastián llevó adelante sus residencias y sus estudios de posgrado en Tierra del Fuego: acá nos cuenta su historia y nos habla de los beneficios de tener médicos que nos conozcan bien.
Entrevistamos al Dr. Sebastián Gasparotti, médico de Clínica San Jorge, especialista en Clínica Médica y en Terapia Intensiva. Sebastián llevó adelante sus residencias y sus estudios de posgrado en Tierra del Fuego: acá nos cuenta su historia y nos habla de los beneficios de tener médicos que nos conozcan bien.
Sebastián, ¿podrías presentarte y contarnos cuál es tu trayectoria de formación y profesional, y cómo fue que decidiste especializarte en terapia intensiva en CSJ?
Mi nombre es Sebastian Gasparotti, soy oriundo de la ciudad de Santa Fe, y vine a la ciudad de Ushuaia en 2014 para realizar la residencia de Clínica Médica en Clínica San Jorge.
Luego de que la residencia culminara, yo seguí trabajando en la institución en el área de Guardia Médica. Cubría algunas guardias en Terapia Intensiva y en el sector de Diálisis, y para ello seguí formándome: primero realicé un curso de adaptación para Hemodiálisis, y luego la Dra. Rodríguez y el Dr. Bertoletti me propusieron realizar la residencia de Terapia Intensiva con la SATI.
No todos saben que un médico puede hacer su residencia en Tierra del Fuego. ¿Podrías contarnos en qué consiste la residencia que vos llevaste a cabo?
Justo cuando yo empecé a trabajar en las guardias en UTI, rondaba la idea de formar una residencia en la Clínica. El primer impulso lo dio el Dr. Fernando Bertoletti, que es el jefe de Terapia Intensiva y el subdirector de la Clínica. Finalmente el proyecto se concretó con la llegada de la doctora Lorena Rodríguez: ella terminó de darle forma y armar todo el sistema de residencia de terapia intensiva.
Las residencias de terapia intensiva duran cuatro años. Durante el primer año, los residentes rotan por el área de clínica, y luego hay tres años específicos en la terapia intensiva. Además, dentro de la residencia se incluye la realización del curso de posgrado de SATI como especialista de terapia intensiva. Hoy puedo decir con orgullo que soy el primer médico que se recibe de dicha especialidad acá en Tierra del Fuego.
¿Cómo fue la experiencia? ¿Qué aspectos o aprendizajes puntuales destacás?
Me pareció una oportunidad grandiosa, ya que me gusta mucho el área de Terapia. Primero tuve que charlarlo con mi familia, porque realizar una residencia de esa magnitud demanda un nivel de responsabilidad y esfuerzo que solo es factible alcanzar con el apoyo y la ayuda de los seres queridos. Finalmente tomamos la decisión, y seguí con mi recorrido formativo dentro de la institución. Ya conocía el lugar y la gente, un equipo interdisciplinario de excelencia que me ayudó y sigue ayudando en este camino. Agradezco el apoyo y la confianza del Dr. Bertoletti y la Dra. Rodríguez; ellos fueron fundamentales para obtener este logro.
¿Qué proyectás a futuro? ¿Vas a quedarte trabajando en la isla?
¡Sí, la idea es quedarse en la isla! Y seguir en la Clínica, siempre que acá me acepten (risas).
Perfeccionarme en temas de terapia como neurointensivismo y recuperación de cirugía cardiovascular, entre otros.
¿Qué implica que en una ciudad como Ushuaia los jóvenes profesionales de la salud puedan especializarse? ¿Cuál es el impacto en la salud de la población?
La importancia de formarte localmente radica en que, primero uno conoce el espacio de trabajo, conoce el estilo de vida y a la gente, cómo es la idiosincrasia del lugar, conoce las patologías e infecciones prevalentes a nivel local, los factores de riesgos que conlleva el vivir en esta zona, etc. Formarte sabiendo todo eso y conociendo el territorio es importantísimo. Y para toda Tierra del Fuego, no solo Ushuaia (porque nosotros también recibimos pacientes de Río Grande y de Tolhuin), tener gente formada en la isla, que conoce de lleno el territorio y a su población, garantiza una atención de mayor calidad y más focalizada. Los médicos formados localmente no sobretratarán ni tratarán mal a los pacientes, justamente PORQUE LOS CONOCEN.
La verdad que es un orgullo para mí formar parte de Clínica San Jorge. En mi caso, el saber que uno puede seguir formándose, el tener el aval y la posibilidad de formarme tanto local como externamente y que la Clínica entienda eso y que te permita hacerlo, es importantísimo. Estoy eternamente agradecido a Clínica San Jorge por haber confiado en mí desde mis primeros pasos.