
Noticias | 23 oct 2025
Política
Crece el descontento en Estados Unidos por el auxilio y los gestos a la Argentina: quejas republicanas y un número que enciende alertas para Trump
Una encuesta revela una alta desaprobación a la ayuda financiera a Milei, incluso en el partido del presidente; malestar de legisladores por el plan para importar más carne argentina
Para Donald Trump, el compromiso para auxiliar financieramente al gobierno de Javier Milei, a quien considera un aliado clave en América Latina, se ha convertido en un dolor de cabeza en el frente interno -incluso entre sus votantes republicanos- cada vez más intenso con el correr de los días, al ritmo de las noticias sobre la Argentina que inundan los medios norteamericanos y las redes sociales.
Las fuertes críticas de los legisladores demócratas al rescate del Departamento del Tesoro y las quejas de productores de soja y ganaderos por distintas medidas en torno a la administración libertaria son moneda corriente de las últimas semanas. Pero silenciosamente el descontento se ha expandido a los ciudadanos norteamericanos, que no ven con buenos ojos la ayuda explícita a la Argentina. Más aún, seguidores de Trump han empezado a objetar el auxilio, al que ven como una contradicción de de la plataforma política “America First” (“Estados Unidos primero”) del presidente norteamericano.
De acuerdo a una encuesta de la firma internacional YouGov y The Economist -realizada entre el 17 y el 20 de octubre- el rechazo a la ayuda financiera a la Argentina se impone con amplitud, incluidos los partidarios de Trump, según una encuesta realizada por The Economist/YouGov.
“¿Aprueba o desaprueba que el gobierno de Estados Unidos proporcione entre 20.000 y 40.000 millones de dólares en ayuda financiera para estabilizar la economía argentina?“, consultó el sondeo. Solo el 20% lo aprobó (5% respondió estar “totalmente de acuerdo” y 15% “algo de acuerdo”) y el 56% lo desaprobó (38% contestó estar “totalmente en desacuerdo” y 18% “algo en desacuerdo). El restante 24% respondió no estar seguro de su posición.
Medido entre los propios votantes de Trump, las cifras también encienden una señal de alerta para la Casa Blanca, en momentos en que continúa con la asistencia a la Argentina mientras sigue sin resolución la reapertura del gobierno federal (conocido como shutdown) por un desacuerdo bipartidista.
El 44% de los identificados como votantes republicanos desaprueba el auxilio del gobierno norteamericano a la Argentina, contra solo un 28% que lo aprueba. Los números, claro, son mucho más contundentes entre los votantes demócratas (60%-19%).
Tanto Trump como el secretario del Tesoro, Scott Bessent, el artífice del plan que negoció con el ministro de Economía, Luis Caputo, han justificado reiteradamente el apoyo a la administración Milei como una intervención geoestratégica para evitar “otro Estado fallido” en América Latina, una alusión directa a lo que pasó en Venezuela con el chavismo.
Sin embargo, para algunos agricultores y ganaderos que votaron por Trump el año pasado la ayuda a la Argentina es incompatible con el tipo de políticas que ha promovido durante años en campañas electorales y desde el Salón Oval, desde donde ha prometido priorizar a “sectores olvidados” de Estados Unidos antes que involucrarse en asuntos exteriores.
En los últimos días, el rechazo al rescate financiero aumentó en el Capitolio -con mensajes muy duros de los demócratas-, y legisladores republicanos también han criticado la propuesta de Trump de comprar más carne argentina, al alegar que perjudica a los ganaderos de sus estados. Funcionarios de la Casa Blanca revelaron el miércoles que se cuadriplicaría la cuota de importación de carne argentina hasta las 80.000 toneladas, con el objetivo de bajar los precios en el mercado interno. Aún no hay un anuncio oficial al respecto, que estaría enmarcado en el acuerdo comercial negociado por ambas administraciones y cuyo anuncio sería inminente.
Malestar creciente
The Washington Post señaló que durante reuniones y discusiones de integrantes del Partido Republicano en el Senado y la Cámara de Representantes el martes, incluido un encuentro que varios senadores mantuvieron con la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, para discutir sobre los biocombustibles, los legisladores compartieron el malestar de los ganaderos estadounidenses.
En una llamada, la congresista republicana Harriet Hageman (de Wyoming), aliada de Trump, se quejó de que un acuerdo sobre la carne de argentina perjudicaría a los ganaderos estadounidenses.
El fin de semana, en tanto, la senadora republicana Cindy Hyde-Smith (Mississippi), a quien Trump ha respaldado como “100% MAGA”, llamó al presidente para expresarle su descontento con su plan de comprar más carne argentina, según dos personas con conocimiento del diálogo citadas por el diario norteamericano. “Trump fue muy amable al escuchar su punto de vista”, dijo su vocero.
“Hoy hablé con Trump y Rollins sobre las preocupaciones que he escuchado de cientos de ganaderos de Dakota del Sur en los últimos dos días con respecto a la importación adicional de carne argentina. Coincidimos en que necesitamos un plan de acción ‘Estados Unidos primero’ que priorice a los ganaderos estadounidenses”, señaló el martes en un largo posteo en su cuenta en X el senador Mike Rounds.
“Los ganaderos estadounidenses han estado en desventaja durante demasiado tiempo. Abrir el mercado a aún más carne extranjera, que los consumidores estadounidenses no pueden diferenciar debido a las normas de etiquetado actuales, solo agravaría el problema y perjudicaría a los productores nacionales", advirtió.
Los senadores republicanos Deb Fischer y Pete Ricketts (Nebraska) también declararon esta semana que se oponen al plan de Trump para importar más carne argentina, al igual que los senadores Steve Daines (Montana) y Rand Paul (Kentucky).
El representante republicano Marlin Stutzman (Indiana), agricultor y ganadero, también se declaró en contra. “‘Estados Unidos primero’ significa dar prioridad a la carne estadounidense”, afirmó, sin rodeos.
Aunque tal vez el mayor ruido lo haya provocado el republicano John Thune (Dakota del Sur), líder de la mayoría en el Senado, que inusualmente se distanció del plan de Trump de importar más carne argentina.
Thune dijo al sitio Semafor en una entrevista que la propuesta de Trump en un claro intento de “bajar los precios de la carne”, pero advirtió que “esta no es la manera de hacerlo”.
“Ha generado mucha incertidumbre en ese mercado. Así que espero que la Casa Blanca haya captado el mensaje”, señaló el senador, en cuyo estado la industria ganadera es muy importante.
Las quejas también se han multiplicado entre asociaciones que nuclear a los ganaderos. “Si Trump sigue adelante con lo que ha planteado [sobre la Argentina], creo que sería una traición al ganadero estadounidense”, señaló a la CNN Christian Lovell, ganadero de Illinois y director senior de programas de Farm Action, una organización agrícola no partidista. “Es como si nos estuvieran vendiendo a un competidor extranjero”, añadió.
Por su parte, Colin Woodall, director ejecutivo de la la Asociación Nacional de Ganaderos de Carne Vacuna, una asociación comercial de productores, dijo en un comunicado que la organización y sus miembros “no pueden respaldar al presidente mientras socava el futuro de los agricultores y ganaderos familiares al importar carne argentina en un intento de influir en los precios”.
El miércoles, Rollins publicó un plan para fomentar la ganadería e impulsar la producción nacional de carne, un intento por aplacar el creciente descontento. El paquete, presentado en el sitio web del Departamento de Agricultura, incluye medidas para facilitar a los ganaderos el pastoreo de ganado en tierras federales, aumentar los subsidios a los seguros y reducir drásticamente los costos para los pequeños procesadores. El plan no hace mención a la cuota de carne argentina.


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