23 ago 2024
La letrada aclaró que, si bien “no podría decir cuál es la causa por la que estos hechos aumentan”, reconoció que “los canales son mucho más fluidos. La gente está mucho más preparada, como para advertir alguna cuestión”.
En esta línea, expresó: “No nos olvidemos de que las violencias intrafamiliares ocurren en ámbitos íntimos. Ahora vemos hechos que emergieron porque alguien denunció. Eso no significa que ocurra menos o más. En muchos de los casos advertimos que son observaciones de gente que integra los equipos de gestión. Hay una mirada puesta en las infancias y adolescencias de las escuelas”.
Asimismo, destacó que “es muy notoria la intervención del Gabinete o de docentes de escuelas. Son casos intrafamiliares o de vínculos de confianza. Siempre está el dato de la necesidad de construir confianza con el niño o niña. Es una característica del abuso sexual infantil. Es la forma de perpetrar el hecho. No es un callejón oscuro. Son situaciones que se construyen a partir de vulnerar lo físico y la confianza”.
Respecto al equipo, manifestó: “No estoy sola. Desde agosto está la doctora Mártire como fiscal de Género. Estamos trabajando con un equipo de profesionales que incluyen otras disciplinas. Algunas prácticas ya se llevaban adelante, pero no tenían el marco institucional adecuado. Después, el abordaje de la Fiscalía es distinto”.
“Nunca se van a cumplir las expectativas. Estamos todo el tiempo ambicionando mejorar las articulaciones. Sentimos que hablamos el mismo idioma con las distintas áreas. Podemos hacer abordajes particulares en casos graves. Nunca vamos a estar satisfechas, pero eso está bueno”, señaló.
Consultada por los protocolos de actuación, explicó: “No hay un instrumento escrito y elaborado. Generalmente son los pisos mínimos. Nosotras entendemos que tenemos cuestiones claras, que se atienden en lo particular. El relato de múltiples instancias no es lo recomendable, menos contra los intereses de esa persona. Esto está claro y sabemos cómo actuar. Hay causas que llegan al juicio oral”.
Al mismo tiempo, se refirió a los trabajos tendientes a evitar la revictimización: “Esa mirada cambió y en eso se hizo eco la Ley de Derechos y Garantías de las Personas Víctimas de Delitos. Pone a las personas en el centro de la escena, con la posibilidad de decidir, ser informada y acompañada. Esto es un poco lo que viene a traducir la creación de la fiscalía”.
En cuanto al incremento de casos por la situación económica y social que atraviesa Argentina, Schpachonik indicó que “en todo el país, históricamente, los periodos más complejos tienen impactos en las familias. Es posible que haya un incremento de los casos de violencia. No puedo decir que sea algo que se perciba, aunque es lógico que suceda. No me parece un disparate”.
“Cuando uno percibe la cantidad de casos, se olvida de que puede haber un universo importantísimo de casos que no salen a la luz. Nunca se tiene el dato total. Es significativo que se pueda hablar del tema. Son un montón de situaciones contextuales que permitan que esto pueda avanzar”, advirtió.
Y aclaró que “la persona que tiene conocimiento o sospecha, no debe tener el caso armado. No es su función. La investigación corre por cuenta de otras personas. Puede haber situaciones de alarma. No sé decir en qué contexto un docente puede detectar síntomas. Si puedo decir que hay personas que están con niños y niñas y pueden detectar alarmas. Eso es auspicioso”.
La titular de la Fiscalía mencionó que “la denuncia puede ser el primer instrumento que se conoce, pero no necesariamente el conflicto se va a desenvolver y llegará a una condena penal. Hay alternativas. Lo primero es tener en claro qué sucedió y poner en resguardo a esa persona y su grupo familiar”.
Finalmente, habló sobre las virtudes de incorporar mujeres a los equipos de trabajo, y explicó: “No por ser mujer se tiene perspectiva de género, pero incorporar la experiencia de las mujeres es enriquecedor y justo. La experiencia siempre mejora. Hay cuestiones en lo práctico en las que una mujer se sentirá más cómoda relatándoselo a otra mujer”.
“Hay cosas que vemos que tenemos más presentes. En un contexto de denuncia por violencia, hay situaciones cotidianas que se deben resolver y hay que tenerlas presentes, como llevar a los chicos a la escuela. Son cosas que están presentes. Me parece que lo plural es mucho mejor para cualquier tarea. En ese sentido, hay cuestiones particulares, que nuestra experiencia las mejora”, culminó.