Desde el inicio de la actual gestión de Gobierno, la motosierra y la licuadora recayeron con fuerza sobre los haberes jubilatorios, sector que también sufrió la represión en sus protestas, con un pico alcanzado en la manifestación de este miércoles. La jubilación mínima en marzo se ubica en $279.121,71, a lo que se suma un bono extraordinario de $70.000, alcanzando un total de $349.121,71, que cobra casi el 70% de los incluidos en el sistema.
Con la modificación de la fórmula de movilidad mediante el DNU 274/2024, el Gobierno se ufanó entonces de otorgarle mayores aumentos a los haberes de los adultos mayores, ya que en un contexto de alta inflación los cubriría de perder frente al aumento de precios, a pesar de que no les otorgaría "mejoras". Además, entre el empalme de la fórmula vieja y la nueva los haberes perdieron un 7,2% adicional al recupero del 12,5% que otorgó la administración libertaria.