15 sep 2025
“En estos tiempos de cambios vertiginosos, la pediatría se encuentra en medio de múltiples desafíos”, afirmó Javier Indart de Arza, presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
En su discurso para dar por inaugurado el 42° Congreso Argentino de Pediatría en esta ciudad, el psiquiatra infantojuvenil se refirió ya no solo a los múltiples diagnósticos con los que se encuentran a diario los médicos de chicos y adolescentes o los “peligros” que se fueron abriendo paso entre los menores. También resumió en cinco los problemas que “limitan la capacidad de ofrecer una atención de calidad, integral y equitativa” en hospitales, sanatorios y consultorios por igual.
“Uno de los más acuciantes es el marcado contexto de desigualdad en el acceso a la salud. En muchas provincias y zonas rurales, los recursos son escasos o inexistentes. La infraestructura sanitaria insuficiente, la falta de centros de atención adecuados y la escasez de profesionales en áreas alejadas impiden que los niños reciban la atención oportuna que necesitan y merecen”, describió Indart de Arza, en uno de los salones del Hotel Provincial de esta ciudad.
Desde el sábado, más de 3500 profesionales que trabajan en el sistema público y privado del país participan del encuentro anual de la especialidad. En los pasillos, durante los intervalos o mientras se comparte un café, surgen varios de los inconvenientes que fue describiendo el presidente de la SAP.
Indart de Arza atribuyó a la estructura del sistema de salud argentino problemas con “la coordinación y la continuidad” de la atención, lo que termina por poner en riesgo o retrasar tratamientos e intervenciones. “La fragmentación y la burocracia demasiadas veces dificultan que los pacientes reciban los seguimientos necesarios, lo que genera pérdida de oportunidades para prevenir y tratar afecciones que, en etapas tempranas, son completamente abordables”, planteó el presidente de la SAP.
Volvió sobre los inconvenientes en el trabajo diario, como lo viene señalando la entidad en comunicados a propósito de la crisis que atraviesa una de las especialidades consideradas críticas, junto con terapia intensiva o neonatología.
“En el ejercicio profesional, enfrentamos condiciones laborales muchas veces precarias y con falta de recursos fundamentales: escasez de insumos, medicamentos y tecnología, así como cargas laborales excesivas, que provocan desgaste físico y emocional en los profesionales”, enumeró Indart de Arza en su discurso.
“La sobrecarga de trabajo y la inestabilidad laboral minan nuestra capacidad para brindar una atención cálida, cercana y efectiva, lo que afecta la relación médico-paciente y, en consecuencia, los resultados en salud –continuó–. En este contexto, también hay que considerar la vulnerabilidad emocional y el desgaste psicológico del profesional, que se incrementa ante la adversidad.”
Con un respaldo que no estarían encontrando donde trabajan o como parte de las políticas orientadas a los recursos humanos en salud, la actualización profesional y la formación continua de los pediatras y sus subespecialidades se volvió otro de los problemas que mencionó el profesional.
“La pediatría evoluciona rápidamente, y mantenernos a la vanguardia requiere esfuerzos constantes, recursos y apoyo institucional que muchas veces escasean”, sostuvo el titular de la SAP, ante un auditorio en el que siguieron sus palabras expresidentes de la entidad.
A prioridades pendientes, como aumentar la cobertura de las vacunas de calendario, que sigue rezagada, o reforzar con las familias los consejos para mejorar la nutrición infantil, poder identificar riesgos de salud mental para dar intervención especializada oportuna o no pasar por alto los efectos que puede estar teniendo en un paciente el uso excesivo de pantallas, Indart de Arza sumó los “otros peligros”.
Apuntó, en primer lugar, a los juegos de azar y las apuestas por dinero online. “Hemos alertado que la participación en estos juegos, muchas veces sin que los padres tengan conocimiento, puede conducir a problemas de ludopatía en la adolescencia, un trastorno que requiere abordaje especializado –amplió–. Cobrando dinero por contenido en redes sociales, como la venta de fotos o videos en la intimidad, es un fenómeno que ha aumentado con la proliferación de plataformas de intercambio. La exposición en estas redes puede tener repercusiones graves en la salud mental, como ansiedad, depresión y baja autoestima. Además, la revictimización y la extorsión por parte de terceros son riesgos concretos, y en algunos casos, conducen a situaciones de violencia o delitos conexos.”
No faltó la referencia a que, “en diferentes regiones del país, más del 20% de los adolescentes tiene síntomas de ansiedad o depresión y que la proporción de conductas autolesivas e ideación suicida también se ha incrementado. La falta de recursos, la estigmatización y las condiciones sociales dificultan que estos jóvenes reciban la atención adecuada.”
Tampoco pasó por alto la prevención y el tratamiento efectivo de las enfermedades crónicas en chicos y adolescentes: “La promoción de hábitos saludables, la detección precoz y la coordinación con otros actores del sistema de salud, protección infantil y desarrollo social son estrategias que implementamos para reducir su impacto”, dijo.
En diálogo con LA NACION, tras su presentación, el presidente de la SAP reafirmó la complejidad de la situación en la que está la pediatría y, también, en el escenario con las dificultades y los desafíos sociales con que a diario llegan las familias a la consulta.
De hecho, hacia el final de su discurso, y antes de declarar formalmente inaugurado el encuentro de este año, había instado a sus colegas a “seguir defendiendo los derechos de los niños y adolescentes, promoviendo políticas públicas que prioricen la salud infantil, inviertan en infraestructura, capacitación y recursos humanos”. Y agregó: “Hacer entender que lo que se invierta no sea vista como un gasto, ya que determina beneficios a lo largo de la vida”.