Un equipo de investigadores dirigido por el Instituto Arqueológico Alemán descubrió entre la densa vegetación del Amazonas boliviano restos arqueológicos de urbanismo prehispánico hasta ahora desconocidos.
Mediante escáneres LiDAR colocados en un helicóptero, los científicos analizaron la región de los Llanos de Mojos, noreste de Bolivia, donde se sabía que en su momento se asentó la cultura prehispánica Casarabe (alrededor de 500 a 1.400 d.C.).
El mapa 3D del terreno reveló la presencia de dos sitios notablemente grandes de 147 y 315 hectáreas dentro de un denso sistema de asentamiento de cuatro niveles.
Llanos de Mojos, noreste de Bolivia
La cultura Casarabe, hasta donde se sabe, se extendía por un área de unos 4.500 kilómetros cuadrados, con uno de sus grandes asentamientos ocupando una zona de alrededor de 500 kilómetros cuadrados.
La arquitectura cívico-ceremonial de estos grandes asentamientos incluye plataformas escalonadas, sobre las cuales se encuentran estructuras en forma de "U", montículos de plataformas rectangulares y pirámides cónicas que alcanzan los 22 metros de altura.
Además, bancos poligonales concéntricos presentan nexos centrales conectados a sitios de menor importancia por calzadas rectas y elevadas que se extienden a lo largo de varios kilómetros.
Una enorme infraestructura de gestión del agua, compuesta por canales y embalses, completa el sistema de asentamiento en un paisaje modificado antropogénicamente, destacaron los investigadores.
Red de ciudades perdidas bajo la vegetación del Amazonas
La disposición arquitectónica de los grandes asentamientos indica que los habitantes de esta región crearon un nuevo paisaje social y público a través de la monumentalidad, lo que hace que estos asentamientos se diferencien de las culturas andinas.
Asimismo, por su escala es muy superior a los complejos e interconectados asentamientos del sur del Amazonas, que carecen de arquitectura cívico-ceremonial monumental.
