Noticias | 26 oct 2023
Tierra del Fuego: Por qué es importante contar con una industria electrónica local fuerte e integrada
A 50 años de la ley de promoción industrial, Tierra del Fuego tiene hoy una industria electrónica que es la principal empleadora privada de la provincia, agrega valor y genera efectos comerciales y financieros positivos. Radiografía de un sector preparado para comprometerse en la diversificación de la economía.
A principios de los ‘70 vivían en Tierra del Fuego 13 mil personas. La hoy provincia era entonces un territorio nacional, la industria representaba apenas el 9 por ciento de la economía y la actividad productiva andaba por debajo de los 7 millones de dólares anuales. Hoy, a 50 años de la Ley 19.640 –que estableció un régimen fiscal y aduanero especial para Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur– Tierra del Fuego tiene 190 mil habitantes, una industria que significa el 29 por ciento de su economía y un PBI que por año supera los 3.300 millones de dólares. No por nada es la provincia con más porcentaje de empleo industrial del país.
Los logros se deben a la mencionada ley, que otorga beneficios impositivos a todos los sectores de la economía y a todos los habitantes de la provincia. Pero además se creó el subrégimen industrial que integra a la industria manufacturera y que entre otras incluye a la electrónica, la textil, la plástica, la metalmecánica y la pesquera.
La industria electrónica es hoy la principal empleadora privada de la provincia, con 8.500 empleos directos y 7.000 indirectos. Cuenta con cerca de 20 plantas productivas, más de 40 líneas de inserción automática de fabricación de placas electrónicas, una capacidad instalada de más de 22 millones de unidades anuales, ingenieros y operarios de alta calificación, certificaciones, auditorías de marcas internacionales como Samsung, Motorola, LG, Philips, TCL y otras, que fabrican localmente con estándares de calidad internacional. Pero lo que por sobre todas las cosas tiene la industria electrónica es una gran capacidad industrial y una versatilidad que permitirían, incluso, fabricar otros productos. Vale recordar que en plena pandemia el sector hizo posible que en sus plantas se fabricaran miles de respiradores.
El efecto de amortiguación financiera
La electrónica fueguina agrega valor en sus plantas industriales porque lleva a cabo tanto la integración de componentes como el proceso final de fabricación de sus productos. El sector provee el 98 por ciento de los celulares, televisores, acondicionadores de aire y microondas que se venden en el mercado interno argentino, pero también fabrica electrónica autopartista: 7 de las 11 terminales automotrices locales utilizan insumos industriales fueguinos. Y el 83% de los autos que se exportan tienen componentes que provienen de Tierra del Fuego.
La presencia de la industria electrónica de consumo genera además efectos comerciales y financieros positivos. Desde el punto de vista de los consumidores, el hecho de que los bienes electrónicos se industrialicen localmente ofrece ventajas respecto de lo que ocurriría si el mercado solo ofreciera productos importados.
Gracias a una estructura de costos con un componente importante en pesos, las empresas pueden actuar como amortiguadores en los tiempos de inestabilidad macroeconómica y evitar así el traslado automático de una devaluación. Cuando, en cambio, simplemente se importa, la estructura de costos está cien por ciento dolarizada, y así el traslado de la devaluación a precios ocurre de manera inmediata.
Momento de diversificar
El sector ya está trabajando de cara al futuro, con una industria comprometida con contribuir a un cambio en la estructura productiva de la provincia. Con la última prórroga del subrégimen industrial que se realizó en 2021 (a través de los decretos 725 y 727) se dispuso la creación del Fondo para la Ampliación de la Matriz Productiva Fueguina (FAMP – Fueguina).
Se trata de un fondo al que las empresas están ya aportando un porcentaje de la facturación que es luego administrado por el Estado. Este fondo –que sumará unos 100 millones de dólares anuales– tiene la finalidad de financiar en la infraestructura mejoras que ayuden a la competitividad general de la provincia. Por otro lado, se trata también de fomentar el desarrollo de nuevos emprendimientos productivos destinados a ampliar la matriz de Tierra del Fuego a otros sectores.
Las empresas nucleadas en la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE) presentaron proyectos para diversificar sus negocios principales con propuestas (que no estarán amparadas por el subrégimen) tan variadas como la construcción del puerto de Río Grande; la creación de una línea de transporte marítimo; el desarrollo de la actividad agrícola (en una provincia con escasa agricultura); el turismo y la economía del conocimiento, entre muchos otros. Las empresas ya están invirtiendo en ellos y algunos ya están en marcha.
La industria electrónica argentina, que contribuyó protagónicamente al cometido del régimen de promoción económica fueguino, vive hoy un presente de constante generación de empleo y producción y se proyecta al futuro a través de la innovación constante dentro de sus plantas y de la diversificación hacia otros sectores.
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Fuente: La Nación