“La primera etapa es a partir de septiembre y la última es en la factura que pagan en enero”

Pereyra indicó que “como referencia, para saber qué implica: Una factura promedio de un usuario residencial, está en 12 mil pesos por mes. Al final de todas estas actualizaciones estaría cerca de 25 mil pesos”.

 

Sobre la causa de los incrementos, el funcionario indicó que “primero, la ciudad es muy grande. Tengo la planta tres, desde Yaganes hasta la entrada de la ciudad; la planta dos, que está en Arroyo Esperanza y la planta cuatro, que está en el Río Pipo. Si  lo dividimos por tercios, en dos plantas no tenemos ningún problema”.

 

“La que presenta dificultades es la que está en el Arroyo Grande, que tiene un gran consumo respecto a lo que consume. Cada vez produce menos agua; esperábamos tener el azud hecho y por falta de financiamiento nacional, ya no lo tenemos. Entonces, hoy nos encontramos en esta situación”, aclaró.

 

Y, si bien reconoció que “es cierto que tenemos muchas roturas que atender, o situaciones de hielo que implican realizar cortes”, siempre “son de dos, tres o cuatro horas. Estos vecinos que se ven afectados son los que no tienen tanque de agua, en su gran mayoría”.

 

En esta línea, dijo que tener un tanque en la propiedad “es obligatorio desde 1986. Hace 40 años que es obligatorio. Hoy, muchas veces me pasa que nos llaman y nos dicen ‘estoy sin agua’, y cuando ofrecemos llevar con el camión aguatero, nos dicen que no tienen tanque”.

 

“Si paso un mapa de la cantidad de pérdidas internas notificadas, intimadas a cada uno de los vecinos, no lo van a poder creer ¿Qué hay que hacer con esta gente? Detecto una pérdida, ¿tengo que cerrarle el servicio de agua a la vivienda, luego de intimar y aplicarle multas?”.

 

Sobre esto, narró: “Ayer tuve una reunión con la Municipalidad por las habilitaciones y factibilidades. Yo creo que nos habíamos vuelto muy burócratas. Me presentabas el plano, había que firmarlo y estaba muy lindo. Entonces nos quedamos contentos con eso, pero nadie iba a verificar si tenías el tanque. Hacemos habilitaciones a lugares que durante años no tuvieron agua y cloaca. A los dos días de la habilitación en la red, están vendiendo el tanque”.

 

En cuanto a la turbiedad en el agua corriente, expuso que “son cosas de este período del año. No solamente planteamos ampliar los servicios, sino que pensamos en cómo tener continuidad. Además, tenemos que ver cómo mejorar la calidad de servicio que brindamos. Son cosas que van de la mano. Es el compromiso que planteamos”.

 

“Algo que nos pidió el Gobernador es que los vecinos conozcan qué inversiones debe realizar la DPOSS y qué beneficios hay por cada uno”, aseguró.  

 

El Presidente de la DPOSS hizo un balance de los avances del ente y recordó: “A veces vemos el punto de partida. Las primeras charlas fueron en Economía para que nos compren insumos químicos para potabilizar el agua. Así arrancamos. Hoy vemos que compramos una bomba de la India, de 100 millones, que paga la propia DPOSS. Y hacemos inversiones en grupos de energía”.

 

Al mismo tiempo, destacó que “nosotros pudimos estar a la altura porque tenemos grupos en cada una de las plantas, para que el bombeo a las cisternas pueda continuar”.

 

“Estamos mejor. Ahora, cuando evalúo, sé que la velocidad a la que hacemos las inversiones no alcanza. Hay que hacerlas de manera mucho más activa. No solo por la ciudad, sino por un cambio climático que nos afecta cada vez más”, subrayó Pereyra.

 

Por otro lado, habló sobre la decisión de implementar el sistema medido en el sector comercial e hizo “el mea culpa” por “haber tardado más de lo que quisiéramos en la implementación del sistema medido. En la audiencia buscamos mecanismos para que sea más dinámico”.

 

Además, sostuvo que “lo que planteamos es que cómo la DPOSS suele realizar la tramitación y compra, podemos dar la posibilidad al comercio de comprarlo. Poner esta herramienta nos agiliza los tiempos y mecanismos de acceso. Fue productiva. Los medidores que nos permitan evaluar lo que efectivamente consume cada una de las actividades es lo más justo. Tenemos que ir hacia eso”.

 

Respecto al detalle de cómo se definen las tarifas, Pereyra precisó: “Nosotros tenemos costos para producir agua y tratar los efluentes cloacales. Luego tenemos que garantizar mejorar el servicio. Eso también va en la tarifa. El siguiente paso es ver cómo se distribuye esto en los distintos actores. Ahí comienzan las diferentes visiones”.

 

“Desde la Cámara de Comercio planteaban una tarifa plana. Nosotros tenemos una visión de subsidios cruzados. Hay personas que pueden pagar, ¿qué hacemos con los que no pueden pagarlos? Alguien tiene que acompañar ¿Quién lo hace?, ¿la actividad con algún beneficio, la que más gana o la que consume más agua?”, cuestionó

 

A esto sumó: “Incluso si tuviéramos todos medidores, existen distintas visiones de cómo cobrar los metros cúbicos ¿Tenemos valor mínimo independientemente de lo que consumas? Prácticamente en todos los lugares sí. Hay un valor mínimo”.

 

Cristian Pereyra aclaró que “aunque consuman poca agua, yo necesito el mantenimiento de la red ¿Le voy a cobrar lo mismo al que consume 20 que al que consume mil? Hay una visión que dice que sí, otra dice que hay que segmentar y hacerlo escalonado”.

 

Para finalizar, expresó: “Nuestra experiencia de los lugares que facturaban por tasa y pasaron al régimen medido ha sido beneficiosa para el usuario. Que sea beneficioso para el usuario desde lo económico, no implica que no sea beneficioso para nosotros. Normalmente cuando colocamos un medidor, el usuario consume menos. A la larga, a la DPOSS esto le es redituable. Es un círculo virtuoso para todos”.

 

“Hay lugares en los que es muy sencilla la incorporación de un medidor. Ahora, no podemos colocarlo en un departamento en el tercer piso, B. Ahí seguiremos cobrando por metros cuadrados. En todo el mundo existen estos modelos de facturación, por estos tipos de situaciones”, culminó.

 

Fuente: Sur54