El culebrón del brasileño, la bomba, el legislador, y el jueguito en el celular.

El Legislador narró que el vuelo “acababa de despegar. El tipo al lado mío salió corriendo por el pasillo. Hizo un zafarrancho espantoso. A la altura de Almanza, dijeron que por protocolo debían volver a Ushuaia”.

 

Luego “aterrizamos y nos pusieron hacia la puerta del fondo del Aeropuerto. Veo una noticia sobre amenazas de bomba. Entra la PSA y me levanta a mí. Todo el mundo filmaba y sacaba fotos. Cuando llego adelante, no me explicaban qué pasaba. No me esposaron”.

 

Según Coto, el turista “dijo que yo había dicho que iba a hacer explotar el avión. Después dijo que vio que yo miraba un video sobre cómo armar una bomba casera. Me parece que no estaba del todo bien, el muchacho. Yo estaba escuchando un podcast y jugando un jueguito”.

 

“La pasé espantoso. No me trataron mal. Barbieri y Polino dijeron que tenían a la gente secuestrada, pero no es verdad. A las 8 volvimos, y pudimos volar. La gente de Aerolíneas estuvo 10 puntos. La misma gente de la PSA estuvo muy bien”, aclaró.

 

E insistió en que “el primer tramo con la policía, el perro y la gente mirando no la pasé bien. Cuando me dijeron, me relajé, porque era todo muy bizarro”.

 

El Legislador expresó: “En el momento no entendés qué pasa. No entendía que pasaba. Esto te abruma. Cuando me contaron, era todo tan bizarro, que no tenía sentido. El hombre cambió el discurso porque se dio cuenta”.

 

Finalmente, consultado por cómo sigue el caso, narró: “Se inició una causa, porque hay una denuncia de bomba. Luego me dijeron que no había problema. De hecho ahí nos habilitaron para viajar, menos ellos dos, que se quedaron en Ushuaia”. 

 

Fuente: Sur54