Proponen una ley para visibilizar las discapacidades invisibles en Tierra del Fuego

La frase "tratá bien a todas las personas, nunca sabés qué batalla están librando" cobra un significado aún más profundo cuando hablamos de discapacidades invisibles. Se trata de condiciones que afectan la vida diaria de quienes las padecen, sin ser perceptibles a simple vista. Para estas personas, las interacciones cotidianas pueden ser un desafío, ya que sus dificultades no siempre son evidentes para los demás.

En Tierra del Fuego, los familiares de la campaña Hablemos de Autismo están promoviendo la Ley del Cordón de Girasoles, que busca que las personas con discapacidades invisibles, o sus familiares directos, lleven voluntariamente un listón con el estampado de girasoles. Este símbolo indicaría que la persona requiere atención especial, ya que su condición no es inmediatamente reconocible.

Dentro de este espectro de discapacidades invisibles se incluyen el autismo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el trastorno de ansiedad, los trastornos del procesamiento sensorial, el Alzheimer y el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

Estímulos que duelen
“Para quienes padecen estas condiciones, los entornos con demasiados estímulos visuales o sonoros, o simplemente pedir ayuda, pueden ser un gran desafío”, explicó Luján Tito, madre e integrante de la campaña Hablemos de Autismo.

Además, detalló que "en particular, las personas con autismo perciben los sonidos hasta cinco veces más fuerte que una persona neurotípica, lo que puede desencadenar crisis incontrolables e involuntarias". De esta manera, actividades cotidianas como salir de paseo o acudir a una consulta médica pueden volverse situaciones difíciles debido a la sobreestimulación.

Un cordón para fomentar la empatía
El uso del Cordón de Girasoles busca garantizar que las personas con discapacidades invisibles reciban atención preferencial en los lugares donde lo necesiten, ya sea en comercios, centros de salud, instituciones educativas, aeropuertos o supermercados.

Una de las primeras instituciones en sumarse a la iniciativa fue la Clínica San Jorge, donde las personas con estas condiciones pueden identificarse con el cordón y recibir una atención adaptada a sus necesidades.

En definitiva, el Cordón de Girasoles es un símbolo de empatía y solidaridad. Su objetivo es generar conciencia social, evitar largas esperas y reducir situaciones que puedan desencadenar crisis de ansiedad, haciendo que las experiencias fuera de casa sean más positivas y amigables para quienes viven con discapacidades invisibles.