24 feb 2025
A bordo del buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa, un equipo de más de 25 científicos del Instituto Geológico y Minero de España y el Instituto de Ciencias del Mar emprendió una misión con un objetivo claro: determinar si el derretimiento de los glaciares está liberando algo más que agua.
Lo que encontraron fue mucho más alarmante de lo que esperaban. En el fondo marino de la Antártida, detectaron columnas gigantes de gas que emergen del lecho oceánico, extendiéndose hasta 700 metros de largo y 70 metros de ancho.
El material detectado no es otro que metano, un gas de efecto invernadero 20 a 40 veces más potente que el dióxido de carbono. Este compuesto, atrapado en el hielo desde la última era glacial, ahora está escapando a gran velocidad debido al calentamiento global.
El investigador Roger Urgeles describió la situación con una comparación preocupante: «Es como un hielo que, si le acercás fuego, ardería». El problema no es solo la fuga, sino lo que podría desencadenar:
Este hallazgo confirma una de las mayores preocupaciones de la ciencia climática: el colapso de los glaciares podría estar activando procesos fuera de control. Urgeles advirtió que «es un círculo del que es casi imposible salir», dejando abierta una pregunta inquietante:
¿Es este el principio de un cambio irreversible en el planeta?